27 de diciembre de 2006

CII.- Derechito Flagelo Color



Si llegase finalmente pirihuín a mi destino
soberano o clandestino de no sé por qué,
es posible que me encuentre cavilando con ella,
con ustedes y con alguien que tomando café.

Si a un sosiego tan pueril en esa fábula viril
otro infame lo convierte en silabario caracol,
su sombrilla de insensato nunca túvole ganas:
candoroso adivinar que se aglomera en mí.

Que mañana se haga tarde demasiado tarde
para todos es lo mismo, pues vivir es recordar.
Vulnerable matinata que se queda ciega,
que se inyecta y se diluye y no te gusta ná.

Los que eternamente vamos caminito al sol,
persistentes animales sin cariño ni sonar,
flor inmensamente vivos invadidos de furor:
amarga carga que arde y larga niña a mi panal.

22 de diciembre de 2006

CI.- Volantín Grité


Hoy viví la circunstancia más dichosa,
la oportuna y peculiar lunaventura que
sin avisar se hizo de mí soñando,
y estremeció, con su ademán, mis pies.

Un horizonte desprovisto de aire
me arrebató volando casi nuevo
por superficies de completo volumen,
abriendo surcos de rocío marrón.

La cofradía enarboló una fuerza
de fauna y vértigo, rodeandomé,
pero seguí en mi levantar de nubes,
su ventolera de cosquilla y libertad.

Un viento inexorable de fulgores amigos
nace justamente en mi manera de ser,
me priva levemente de mis miedos niños.
y nunca más he visto caminar su luz.

21 de diciembre de 2006

C.- Tablas



Todos me conocen en el fondo,
porque llevo en las manos el fondo de mí,
pero nadie me ama mucho en realidad,
porque trotan y me tratan como niño de jardín.

He mirado todos los lirios en el campo
y la promesa ciega que el infausto se llevó,
mas nunca pude hallar la flor de añadidura,
las aves que no hilan ni al viejo centurión.

Soy un escalón en la espiral del triunfo
que logran los que nunca se dignaron a vivir
un mundo sin vida ni sangre; un eslabón
donde todos los infames se aprovechan de mí.

Amar sin esperar en tanto me eres de provecho.
Olvidarte para siempre, porque ya te utilicé.
Vivir y trabajar en la faena de los hechos.
Ignorar al que no sirve para amar a los demás.

16 de diciembre de 2006

XCIX.- Benjamín Solito


Mi sombra pagana se fue consumiendo,
cochina y violando su huella, sin fe.
No quise ya nada y mintiome la noche:
que nadie en la vida me quita o me da.

Hambriento, los nueve malditos,
pidiendo mendrugos a gritos de pan,
siguieron cayendo de pronto una hilera
a la pieza en que solo moríame yo.

Cerré en mis rodillas su calma ligera,
que salva migajas y deja llorar.
Mi palma se clava a la calva madera,
callado y perdido, sintiéndome mal.

La papa se llenó de cucarachas.
Si muero veinte veces, no lo van a saber.
Solitario me dejaron con demonios
mirando como gatos, al amanecer.

Se fue la loca muerta, y mis amigos ayer,
que llorando me dejó un canijo.
Pero yo no quiero ver a nadie nunca más.
Me escondí y no me encontró ni Cristo.

14 de diciembre de 2006

XCVIII.- Volcanto Mío



La extática inminencia que me lleva en andas,
de cuajo ha arrebatado lo que vive y va
conmigo sobre un ártico espectaculario:
qué estrépito palpita y se hace vanidad!

Todos los espejos que me han visto callan
y no me reconocen si desnudo soy.
Le brota al alma vértigo de sombra clara:
sencilla muerte mente a la que sobreviví.

Por qué no he de entregarme por entero al aire,
dejar de serme náufrago o perdidormir?
No existen en el ánima otros fuegos nuevos
y es largamente noche la que sigue al azar.

Por eso me he arropado con la músicalimento,
neurálgico y caminotauro fiebre amor,
la primorosa musa que viviendo mata:
abrupta liebre ocúltase en mi caparazón.

12 de diciembre de 2006

XCVII.- Fandango sin fin




Hay la vastedad de un agua fiera inmensa
que camina eternamente por el viento, sin morir.
Un alma a su planeta que aferrada, no se acaba:
vertiente inexorable oceanía cuculí.

Espacio que fatiga tan curioso y se condensa,
que llama, no se mueve y cuando llueve, sigue aquí,
ilimitadamente indefinida que no cambia,
que no me pertenece y siempre va detrás de mí.

Toda mi alegría se reduce a la existencia
de llena algarabía y con el fuego, su candor,
se ha nutrido de oro en un saludo y un descanso.
Podría derrotarme, mas la brega no es acá.

Abeja inestimable desde siempre que trabaja,
amante que habitaba su festejo y su panal:
mi mundo podrá nunca abandonar la tierra viene
ardiendo curvilínea y viva sal fundamental.

4 de diciembre de 2006

XCVI.- Mecha Loca



Flecha de batiente loca.
Lágrima de colibrí.
Ingenua que no cae nunca,
aunque tropieza y se ríe de mí.

Pluma de lirón valiente.
Alegría que no tiene fin.
A veces, me da un beso, a veces:
golondrina, me dice que sí.

Mecha locamente vente!
No te separes de mí!
Vente locamente mecha!
Mecha loca vente ya!

XCV.- Sudar y Belfos




Que se escuche lengüetear mi boca,
la que busca bajo el hombro suyo,
la que muerde fuertemente y puede,
la que pide tontamente bocas,
caminar y sin pisar, enteramente
sobre el alma clandestina de ese hedor
aliñoso de su vientre y apetito!

Soñando y novedoso turbio,
quien habría de mirar de nuevo
a esa misma bandolera blanca,
a esa millonaria molestosa,
tan urgente luna llena de limones,
tan amiga luminosa portentosa,
tan confusa, poderosa y fértil,
tan entera occipital y abandonarla luego,
para atar una vejiga de calor
junto al mástil que ha latido lágrimas
como un párpado feroz que arranca
todo lengua clandestina y cicatrices?

Qué desnuda es la humedad de la medusa,
toda entera y noche lenta en regocijo,
todo un largo y melancólico silencio en agonía,
desde donde un goterón de gritos,
buena fe de carcajadas escondidas,
el oscuro que te atrapa y que te muerde
y que saca de tu boca siete niños
y otras raras costumbres hogareñas.

3 de diciembre de 2006

XCIV.- Pomazul

Quiero despertar un día polar
ferviente, natural y compañero,
con una melodía hermosa plural:
caracola para ti en mi boca.

Retocar el estribillo en la ducha solar
y arropar tu canción de campana
con un par desconocidos acordes y tal,
mirando el celeste del cielo.

Creciendo cada vez,
desnudo todo el día,
siendo un aleteo al galope,
un tifón en hojas,
el latir de corazones verdes:
caparazón de la manzana al sol.

XCIII.- Envidiosa de la fortuna


Percibamos todos juntos en la miel cautela
esa nueva identidad de seguir siendo y desatar,
sufriendo y disfrutándonos tu muerte en la justicia
con todo por los otros y confiando en los demás.

Porque cuáles consecuencias yo deploro más en ti,
si habremos de tener que castigarte igual
y todo de vosotros se vislumbra o vuela,
observándonos la viga del desánimo, tú y yo.

Fue queriendo perecer que no fue nadie con ella?
Y la dejásemos partir por si cualquier otra razón?
Todas las malditas enemigas fueron crueles
y ahora lloran en la sala: ¿Son culpables, Señor?

Quién sabe si sufriendo el orificio de su pena
fue risita en pleno patio de una larga voluntad,
la que sola una mañana en que no fue a la clase
se quitó por fin la vida que su madre olvidó.

1 de diciembre de 2006

XCII.- Cantilena




Felícita canción inmejorable,
lléname la boca y cántame cazando.
o hazme por amor canto cantar,
mas no viertas hecho lava mentirosa,
tan oscura su recinto aquí otra vez.

Si grito niñerías en tu oído,
grítalas conmigo florecer,
porque vuelo cielo negro a su consuelo:
de tu sangre se completa la raíz.

Todo al corazón se le hace miedo,
fruta amarga nuestra púrpura y cenit,
cuando aparte de su luz jadeante,
no te mira ni su fuego volantín.

Así que no te dañes la garganta,
no te ciegues y no mueras nunca más.
Quiéreme paz o plenamente canta!
Y desea puramente estar aquí!

Oh, amiga que destila su portento,
frenéticamente ante sí,
no te vayas ni te alejes nuevamente.
Amiga, no te prives de mí.

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