16 de mayo de 2011

DCLXXXVI.- Homo Toxicus


La culpa es de Piñera y quien lo puso allí,
la culpa es más que nada del gobierno anterior.
La culpa es de Pinocho y de la CNI,
la culpa es de los mismos que vendieron su honor.

La culpa es de la CIA y de la ITT,
la culpa es de la izquierda que lloró a Fidel,
la culpa es de la gente que votó por la UP.
La culpa es del gobierno de la antigua DC.

La culpa es del infame de González Videla,
la culpa es de Alessandri y de su padre que mintió.
La culpa es de los nazis y del par de guerras,
la culpa es del salitre y de la Iglesia del Señor.

La culpa es del orgullo de José Balmaceda,
la culpa es de los ricos y del Himno a Prat,
la culpa es Lastarria, de Bilbao y Carrera,
la culpa es de Bernardo y de su ilustre papá.

La culpa es del arauco gallardo y belicoso,
la culpa es de Valdivia y de la Reina Isabel,
la culpa es de Colón y de su mapa monstruoso,
la culpa es de los Turcos y del pueblo de Israel.

La culpa es de los viejos mercaderes de Venecia,
la culpa es de los Papas y del moro infiel,
la culpa es de los ogros que vinieron de Grecia
a saquear por las especias de la sopa y la miel.

La culpa es de la quinta y la primera cruzada,
la culpa es de la peste que causaba el horror,
la culpa es de la España castiza, inveterada,
la culpa es de Jimena con el Cid Campeador.

La culpa es de los godos y de Carlomagno,
la culpa es de Mahoma que no quiso ceder.
La culpa esta al final de Imperio Romano,
la culpa es de los hunos y los otros también.

La culpa es del poder de la Iglesia Cristiana,
la culpa es de la Roma sanguinaria e imperial,
la culpa es de Nerón y de la guardia pretoriana,
la culpa es de Jesús y cómo no de Barrabás.

La culpa es de Alejandro que se trajo la soya,
la culpa es de Darío que lo deja pasar,
la culpa es de Pericles y el Caballo de Troya,
la culpa es de los muertos que se lleva el mar.

La culpa es de los hombres que al dinero se dedican.
Es de todas las mujeres que les piden el sol.
La culpa es de la raza que se multiplica.
La culpa es de los padres y los hijos de Dios.



DCLXXXV.- Caparazón de ti




Es capaz de perdonar a medio mundo,
pero nunca pedirá perdón.
Que el misterio de la luna carolina caminar
paulatina cariñosamente dulce le escabulle.

Y no podrá recuperarlo esta vez,
porque el ogro de la cruz sólo una vez lo da,
y lo que sobra se lo queda en el morral
o lo esparce en la pradera de su vientre en libertad,
lo distribuye.

No lo conserva, ni lo quita,
que sin más lo destituye, y yo.

Soy el que brota caminando
lo que dicen los ciclones,
almalumorada que no sabe soñar:
de pronto una retina que fijandose en mí,
amó lo que yo amaba y me dejé llevar, feliz.

Soy tan feliz,
tan de mi lado,
tan ignorantemente lúdico y voraz.

No tengo tiempo.
No quiero estar
por otra vida larga vida sin amar,
ni voy muriendo.

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