12 de febrero de 2020
MXXXVIII.- Solaparéntesis
Son ellas, son él, que guardan un secreto
siniestro, dormido, vestusto, podrido.
Nos hacen creer en la rara virtud
que guía sus pasos, su generosidad.
El cura sagrado o tu mujer perfecta,
el padre del año y mi líder sindical.
Te halagan, te siguen y dicen que aman,
se aburren y duermen, te evitan, te borran.
Los miras, les crees y aplaudes, los quieres,
te entregas, te ignoran, te ciegas y mueres.
Se alimentan de ti, de mí, de todos,
y no cejarán hasta verte desnudo.
Viven con nosotros y nadie los odia:
el mundo los perdona y el resto los padece.
Arrastran un largo lodazal de miseria
y tienen el rostro cubierto de heces.
9 de febrero de 2020
MXXXVII.- Dimejoraré
Trecientasmil valientes
ahumadas, frecuentes,
desnudas palabras
vierto por amar ardiendo
en tus mudos ojos café,
tu pabellón auricular,
en la cuchara del té,
el que bebes con canela
y jengibre, en cada uno
de tus pocos ratos libres.
Trescientosmil acepto
y prefiero, en algún lugar,
a la palabra caracola
me quedo con las sencillas
palabras que digo,
que guardo cuando puedo
o callo, maduro y abrigo.
Trecientasmil banderas
diminutas, ondean
impacientes de fuego,
estrellas que bendigo
flameando de noche,
cuando te veo venir
con una canasta roja
de frutas, invisible
y callada mirándome,
para soñar que canto,
para sentir que vivo.
Ciego a la deriva
en el silencio del mar,
náufrago con vida,
pero sin hallar
piéalgos ni tablas,
arenas ni playas,
que si no me hablas,
pierdo la batalla,
muero entre las rocas
de todo lo que fui,
lo que me dio tu boca.
Yo no se vivir
sin el alimento
sencillo de tu voz,
y me lleva el viento.
Sigo siendo yo,
pero no consigo
la paz ni la alegría
y todo lo que digo
desaparecería.
Niña, no te escondas!
Tu amor sobrevivio?
Quiero que respondas,
aunque digas no.
7 de febrero de 2020
MXXXVI.- Tricoleóptero Tú
Yo soy el abejorro niño
que voletea a tu alrededor,
que de pronto bombón aparece,
mas no sabes dónde está.
Abrigo de esperanzas breves,
estímulo del brinco sol,
aventura caprichosa que mueve
tus leves manos mariposas.
Llevo un aguijón plateado,
siete campanadas negras
y un arcoisis en el circo lomo
que repite tu nombre azul.
Una tarde volveré desnudo,
en mitad de la noche mirándote,
para beber el agua tibia naranja
con que intentas volver a dormir.
5 de febrero de 2020
MXXXV.- El Blues del Ecoísta
Sangre de mi espejo,
déjame partir,
únete a mi duelo
y no quieras más de mí.
Yo quise hallar al niño
que duerme abandonado,
pequeño y dañado
en el fondo de tu ser.
Pero es un brillo falso,
tan frío como el filo
que cae en el cadalso
si dejo de existir.
La envidia es tu aliciente
y yo te llevo el pan
que nunca es suficiente:
no dejo de intentar.
Un día fui tu cielo
y de pronto, lo peor.
No puedo alzar el vuelo,
porque eso no es amor.
Zarpa que no aplaude,
la culpa no era mía,
el mundo no es un fraude:
yo vivo todavía.
Acaso sea un consuelo:
ser de utilidad.
Tu mundo paralelo,
conmigo ya no más.
2 de febrero de 2020
MXXXIV.- Lazo Lución
Perezosa sucesión
de colores,
falsas alarmas,
rencores,
uno va cometiendo errores,
y pierde la calma
qué equivocación!
Pero hay perdón
del que te aprecia
y una canción,
la que nos hace bailar
sin anestesia,
y suena el trombón
qué fuera de lugar!
No digas culpable,
di lección,
ni castigo,
di protección.
Corta ese cable,
deja que nazca,
que haga lo que le plazca
y que hable.
Deja que hable.
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