31 de diciembre de 2019

MXXVII.- Más vivo!




Hay una flor ingenua en la mirada genuina,
que tiene reservado su habitáculo en el orbe,
de pompa rosa fábula y castilla predilecta,
e ingentes abanicos entonando cascadas
de noche, que estrellada nos espera al morir.

Yo tuve niño un día cantimploras amantes
y alicios peregrinos festejaban la luna,
creía en las pupilas amistosas de todos,
y así mi corazón os admiraba creyente.
Un día todo eso que era beso acabó.

De pronto vino terco el puerco anhídrido tramposo,
batracio tan despacio y mentirosamente ruin,
que dice ser glorioso y repentino brillando,
mas es un ogro fétido que horada llorando
aquello que era niña y mar retina canción.

Cien años eran siete en su morada compañía,
que pide y se despide en una espalda de piedra,
la vida resistida adolorida y culebra,
que pica el oro enhebra en su testiculo felón,
y al cabo te abandona y no perdona agonía.

Lo digo porque el viento que madruga ya es tarde,
te atrapa mal cobarde y no te deja sentir
que cuando te despierta ya estan muertas las alas,
lamiendose las manos de felino despiadado,
que quiere ser amado sin amar ni cuculí.

29 de diciembre de 2019

MXXVI.- Icebergüenza



Día tras noche en soroche acongojado:
la culpa es solo mía y todavía la agonía.
Marcastigo dentro de la pieza de alojados,
que tanto la quería y memoría en soledad.

Sin nada más que llanto callado congelado,
ni adiós ni de noche ni de día me habló,
que no sepa nadie en el mundomesticado
esta cruda silencia indecencia calderón.

El dedo cruzándolos labios cerrados,
los ojos mirando la televisión.
Que soy el culpable, que no hable el tarado,
metido en el fondo de mí do menor.

Los cóndores viejos ya son mis vecinos,
la risa y las hienas, quemándome al sol:
no tengo destino, ni sancho ni molino,
ni misa ni vino ni Paz del Señor.

26 de diciembre de 2019

MXXV.- Nada conmigo


Eso es lo que ocurre
habitualmente:
se abre un afluente
y no hay modo de evitar
que el río caudaloso
de amargos recuerdos
parezca doloroso
y el fango lleve al mar
sentinas de lamentos,
que volvamos al momento
remoto de una noche
en que hay sólo desperdicios,
y la muerte en su lugar.

Y el dulce recodo
que arrastra corolas,
se aleja indiferente
hacia un prado de ensueño,
y ninguno es el dueño
del alma de nadie,
y su curso es tan suave
que ríen los sauces
y el viento sobre el cauce
parece murmurar
la suave sonata
de un amor liberado
camino al altar.

Presiento que todo
al final es una ola
de dicha intermitente
en que cada duro empeño
se vuelve tan pequeño,
que aunque la luz irradie,
el dolor es la clave
y te engullen las fauces
de oscuros tormentos,
y tercos pensamientos
no son sino el broche
de un largo suplicio
o de la felicidad.

24 de diciembre de 2019

MXXIV.- No en todas las casas cae la nieve


Paciente peregrino que se aleja
huyendo lentamente y la cansa
porque sale nuevamente con la vieja
letanía, todo el día del amor.

Es larga la tarde del alma reseca,
y ajeno y dormido, le ronca la panza
que se va llenando foca de manteca
de sudor y calor, y su aliento de licor.

No sabe envolver los regalos
ni tiene muchas ganas de cenar:
porque vive en un pesebre de palos
y presiente que ha perdido su lugar.

No bailaba, ni reía, ni besaba sus senos,
él que luchando dio entero su ser
y se ha quedado con algo más o menos
que la nada o casi nada, ni tuvo placer.

Y le dice que algún día se arrepentirá,
mirándose al espejo, queriendo saber
si luce el vestido que se puso, pero ya
no va estar para mimarla otra vez.

Se lame las heridas y cierra los ojos,
pidiéndole al cielo que todo se acabe,
que al menos termine el dolor o un cerrojo
le cierre la puerta, pero nunca se sabe.

20 de diciembre de 2019

MXXIII.- Thymós



Después de haber ansiado, tentado y perdido,
con ánimo tan dulce, coqueto y morir
rendido entre las ganas de unirme y ser uno,
ardía como el niño en la arena y dormí.

Dormía intensamente en dolido desconsuelo
y, huyendo de la nada, la furia nació:
primero se parece a la ansiosa vergüenza,
creyendo que no existe tu delicia para mí.

Repite su congoja, acumulándose acontece
que nada me florece, ni me crece, y lloré
desnudo, que no existe, ni me viste caminar,
mirándote a los ojos, pidiéndote vivir.

Y nada que yo hiciese te abría la boca,
que así me fui secando cual hoja y me agrieté.
Huído de mi mismo y ahogado entre burbujas,
llegaba por la noche feliz, tan infeliz.

El miedo, la miseria, el amargo desamor
abrieron ese surco en que grita mi voz
volando, gimiendo en genuino cansancio,
me fui de ti una noche y así te perdí. 


19 de diciembre de 2019

MXXII.- Hermá Narci Cópata



De lejos oigo a veces el rojo cascabel
de la bella culebra que nunca da puntá
sin una pita amarga y bien enevenená,
por ese rubio aplauso, por su mejor papel.

A hurtadillas y por falta de amor,
se alimenta del amor de los demás
y va dejando un oscuro vacío de dolor,
hasta que un día simplemente te vas.

Pero te sigue, arrastrando la guata
o merodeando, siguiendo tus pasos,
porque te muerde pero no te mata:
sólo vuelves a caer de un costalazo.

Y poco importa si eres Gretel o Hanssel,
te dice siempre jaque, pero nunca mate:
la bruja de algún modo logra darte alcance
y te encierra en su mansión de chocolate.

Algunas son serpientes, otros felinos
que juran el amor y te llevan a prisión.
Mas hay una luz al final del camino:
el brillo insobornable de tu dulce corazón.

15 de diciembre de 2019

MXXI.- Lutodavía



Hay una migaja
que guardo para siempre,
un guiño desde entonces,
un sol que nunca más:
el pan se multiplica,
el pendulo devuelve
su tac que parpadea,
mas todo se consuma
y nada volverá.

La muerte es sólo eso:
del mundo queda agua,
cual roca que disuelve
la mar tan persistente,
un círculo ficticio
que miente en la memoria
su fábula de dulce
pasión y primavera,
pero eso no era tal.

Se dicen tantas cosas,
se juran para siempre
y, aquí donde hay veneno,
se bebe la mitad:
no es culpa de los niños,
ni el viento lo disipa,
es fuego que se apaga,
perdón que no se pide
y vida sin llorar.

13 de diciembre de 2019

MXX.- Karmagedón



Todo es futuro:
el viento no vuelve,
mi flor no abotona,
la mar hace náufragos
y siempre abandona,
más llega a la orilla
y la muerte perdona,
si tienes el tiempo
de verla venir.

Todo es pasado:
somos lo que fuimos
y nos llaman al nacer.
El libro está escrito
si lo quieres leer:
nos crían para siempre,
no hay tiempo perdido,
la fruta se hunde,
la pulga ya picó.

Todo es ahora:
el tren no ha llegado,
las aves permanecen,
el cielo congelado
te llama y te ofrece
sentir este segundo
sin ver el reloj
y mirar hacia adelante:
la vida es mejor

7 de diciembre de 2019

MXIX.- Payaso Lapado



Me muero de pena
y sonrío al pasar.
Le digo a la arena
que me lleve el mar.

Mi cruz no la veo
y me van a condenar.
Simón Cireneo,
ocupa mi lugar!

Qué noche tan negra
cubrió mi cerviz!
Y la gente se alegra
de verme feliz.

Con los ojos rojos,
cantando de espaldas,
soy sólo un rastrojo
cubierto de guirnaldas.

Me llaman jocundo,
alegre, divertido
y en cada segundo
me llora un latido.

Como sea, prefiero
lucir esta sonrisa
a este Amor Cero
o caer de la cornisa.

1 de diciembre de 2019

MXVIII.- Recintolerante



No habrá un sitio en este mundo para ti.
Jamás!
No te quiero ver de nuevo nunca aquí:
te vas!

Mi casa no es tu casa y me provocas dolor.
Mi barrio es muy tranquilo y ordenado: vete!
La tierra no fue hecha para gente sin honor.
No aguanto un día mas o te daré un puñete.

Yo todo lo tolero todo pero hay algo que no:
la gente que nació cerca del Alto Las Condes.
Yo doy hasta que duela pero ya me dolió.
Me miras, me pides, te ignoro y te escondes.

Negra maldita, maldito borracho,
pituco insoportable, marginal sin nombre,
bataclana inmunda, hijo de facho,
hijo de ladrón, hijo de puta, Hijo del Hombre.

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