30 de abril de 2007

CLII.- Farolito Caparazones


Llevo frutas en un pliegue de mi pantalón
para comer en ese largo camino.
Mandarina, dos limones y un melocotón
es la energía que por algo necesito.

Mi fino vulnerable sueño y lánguido clamor es
la escarcha mandolina que se burla de mí.
Yo, que voy juntando brillo y canto de gorriones.
Yo, que me regaño por las cosas que no fui.

El zorro cosmonavegante a mil millones.
El ángulo que toca lo que vino y va.
El toro libre amante de sombrías canciones.
El griego indispensable volverá.

Y ocho cándidos peones en un mate pastor
es demasiado para sonreír.
Por un grano de panoja repentino ganó.
Ya no quiero ser el ciego cuculí.

28 de abril de 2007

CLI.- Supertú



Volveremos a la nueva teta noche
del santuario presidiario retén,
que era el último navío krill amigo:
nos daremos un saludo en el andén.

Desde lejos se ve gente navegando:
marineros que recalan su ignorar
y que toman posesión de su planeta
cual si fuera milagroso huevo mar.

¡Qué inocencia nos llevamos en andas!
¡Cuánta virgen esperanza más allá!
Porque miran mutuamente dos mil años:
don quijote capirote humanidad.

La pequeña tierra nuestra novedosa
que nos mira o nos alienta su animal,
su frondosa diminuta mucha gente,
y viajaron a la luna quizá.

La balanza milenaria de la noche,
similar en su calipso a la arboleda mujer,
es mi lágrima comarca lejana:
mi solar, mi precipicio y mi desdén.

26 de abril de 2007

CL.- Cándido Curioso Vivir


La vida es un amable sueño
en que los sueños dueños le son:
adorable su aromática me olvida
y de mágico me acuerdo yo.

Que siempre he querido soñar
como el niño que nunca dejó
de cantar en mi interior, el organillo
ni la pompa caprichosa mentiré.

Auto huevo carismática no tengo:
chapoteaba su menudo descubrí
que espirales de mi sangre se parecen
y se quieren a los tuyos, amoré.

Donde mío es el edén en la ventana
y su peligro, bocadillo placer.
Son Eleonor y Soledad una manzana
porque su brillo y su colmillo, duerma bien.

24 de abril de 2007

CXLIX.- Asno Pereza


Me aburro.

Mas no dejo de alejarme de vosotros
y de oírles sin embargo cuando hablan
en la mesa de sus mozas, y en la misa
se incorporan para subir al altar.

Como entonces yo me alejo de todos,
compungidos, desplegados mozalbetes,
os observo tan absortos en las cosas,
obedientes, displicentes, terminantes.

Sin orgullo ni frecuencia y perezosos
os haréis sin duda viejos frente a mí,
a medida que la noche, cabalgando
se hace frío aburrimiento, y ya me fui.

23 de abril de 2007

CXLVIII.- Dañina Apetente


Inhóspita la fiebre permanece vivir,
que sacude pesadillas al amanecer,
me pregunta con quien hablo entre sus brazos;
luego busca la señal de mi traición y no fue.

¡Mujer! Mi felonía y tu bendita nariz,
en tu perfume la locura soñada
es la tortura que da tumbos y calor
a la pasión temperatura velar.

Tu naufragar una mañana dolida
por indecente misantrópica furor,
y corroída en su latido estimulante
que de pronto se abalanza sobre mí.

Hecha malsana lastimera sin amor,
creyendo ver lo que gimiendo moría
en su agonía mar estupefaciente:
que lamía sus heridas y durmió.

20 de abril de 2007

CXLVII.- Harto


Por ser un hombre libre muchas veces,
otras tantas habré de fallar
sin haber tenido yo culpa:
sólo enérgica dignidad.

Es la mirra infusión de linfa,
fino el oro perentorio que te di,
por la magia incorporada a mi vida,
otro incienso habré de fingir.

Son el Gran Faraón, son Príncipes,
son el Gran Napoleón y el Zar,
son el César, la Armada Invencible
en el fondo de Trafalgar.

Yo no quiero finalmente obedecerles
por vivir de la tierra jamás
ni caminar la ceguera que ofende
esa extraña sensación de libertad.

19 de abril de 2007

CXLVI.- Anónimaginario


La ilegítima bobalicona
que se cuajó cual corazón de bruces
por dos infames deplorables segundos,
y que creyó tener la mísera fortuna
de no dejar por un instante a su pedestre
ser otro cómico pelón bobalicón.

La Cenicienta del más corto entendimiento,
extremadamente necia y candorosa,
que en su nublo adorno músico de abuela
todo echaba por debajo de la barba,
para fingir el ruboroso de su cara.

La española primitiva tan simple,
tan bucólica baraja de alcornoque vacío,
negro pez que sin escamas murió
y sin espinas de tan fácil atrapar,
dejó su escoria teta pulga al interior,
por otro burdo capirote de poltrón.

Y quién lamenta ser el viento insatisfecho
que ha nacido para ser viajar
y fundar una posada en su regazo?
Todo ha sido muy difícil de olvidar.

17 de abril de 2007

CXLV.- Ocultísima Trinidad


Veleta que a la lluvia penumbra
intermitente encandilada besa,
plena de candor que busca
y de mágica dudosa pereza.

Ya estoy aquí. Yo soy tu presa.

Porque somos más infames que nunca,
y sin amar impredecible en el bullicio amor
de su dedal, de su genial fertilidad,
encogidos en la mácula tiniebla vamos
para no ser descubiertos jamás.

Aquél que subterfugio se da
tan amistosa iluminado plenamente,
y que prefiere en su callado llevar
un aleteo de frutal imperceptible,
es tan vivaz, revolotino y colibrí
que mi guitarra delincuente al perdurar
será su alondra de camisa mermelada,
únicamente por jugar conmigo,
y así tan sólo, simplemente por jugar.

Así que Rima Cuculina, yo te veo otra vez
en el cándido reflejo del agua,
donde somos amarillo congelado:
matutino clandestino y sonrojado fino pez.

¿Y después?
¿Qué será de nosotros después?

16 de abril de 2007

CXLIV.- Idéntico Monada 116


Valgo lo mismo y doy un tanto, exactamente,
en cien instantes de mi vida, a los demás,
desde que llego a la estación del subterráneo
y hasta que cierro el monitor de mi estación.

Desde ahora mismo soy el ciento diez y seis.
No el ciento ochenta ni tampoco el treinta y tres.
A cada paso cumplo minuciosamente
las prescripciones que me igualan sin sumar.

Y estoy dichoso con mis calificaciones,
porque no hay otro que trabaje como yo,
que lleve así tan ordenados sus asuntos
y que en tan poco tiempo cambie escalafón.

"No soy el veinte, Capataz, ni el veinticinco:
desde hace rato soy el ciento diez y seis,
y en pocos días más seré el cincuenta y cuatro".
El capataz que me apuraba, ya se fue.

Nuestra gestión ha sido tan bien evaluada
que no he podido contenerme de emoción.
En la escalera, el Capataz ni recordaba
si yo era el veinte, pero me felicitó.

14 de abril de 2007

CXLIII.- Love


Lo que vino y pude yo, me preguntaba a veces:
¿Cómo fue que alguna de ellas detestaba a los Beatles?
Y me oían cantar mirando cual si náufragos
despiden desolados el rescate que se va

Ella no entiende ni jota porque es loca la morsa
y en la ingenia soledad de mi guitarra, lloró
el caballo que bailaba con los taxis de papel:
¡Ayúdame, Señor Mostaza! ¡Ayúdame, Mi Dulce Señor!

Es que soy el hombre lucy de ninguna parte,
el amigo boy mejor que todo va a estar bien,
porque que nunca ella sintió siquiera sólo un estribillo
y mi canción abejamaica fue panal universal.

12 de abril de 2007

CXLII.- Ebionim


Mezquina y mediocre mezquita,
tu lóbrego Lázaro llora la lepra:
con lágrimas libra su cuello calloso
de cándida duda y dolido callar.

Es lastre y penitencia pétrea,
es látigo en la carne cruel,
es gélido galeón de muerte:
mi tránsito pungido viril.

Lúgubre lástima, verruga vulgar
que si roe, restalla en ardiente lejía,
gastando su garganta en agricordia funeral,
en lujuria de jaula o vinagre jauría.

Bendito bonito batalla y telar,
fulgura florente tu fiebre moral.
No dejes de amar tu miseria candente
y sé pasto posada penosa y final.

10 de abril de 2007

CXLI.- Cada uno su otro yo



Caminemos y digamos cada cual su nombre,
al conseguir el oro espasmo
de su blanca por el mar,
mas digamos, si confío
distraído un solo día
que mirando yo brillaban
en tu cara mis ojos,
de bucólica pereza,
su melancolía:
la pasión se rendirá sin ver.

No hables tan bajito lo que apenas puedo oír,
que ignoradas se las lleva el astro sino al mundo,
eran cosas importantes que van a quedar así:
sin volumen nos perdimos juntos.

No confío ya, mujer, yo mucho más en ti
ni confío en tus agudas similares palabras
que se esparcen como sal de aquí:
su medusa displicente me aguarda,
a que la tome para dar veneno
o la mire tras el último pilar.

Pediremos a la infame que nos alejó
mi venturoso apostolado sin amor ni fe,
que desnuda y no me tapa la boca:
amena caprichosa innominada peculiar.

9 de abril de 2007

CXL.- Mi semen talado





Mis palabras son más que la pura inocencia,
que la farsa inmadura, que mi eyácula calor
y sin embargo muerde mi cadáver elocuencia
del labio amando dientes, y de gárgola rencor.

Me tiene peregrino condená y dolor.
Me da una sola mano y, por detrás, los niños,
de rodillas que se besan sin amor,
y en su fardo de silencio tan genuino.

Callado infeliz y dormido, por ellos,
insomne angelado perpetuo y febril:
ya nada más daño que solo y aquello
que siendo tan fruto parece pueril.

El sordo y resignado molibdeno del aire
se queja hecho ciego abandono y falló.
Solitaria en sotavento recrudece, la madre
en su lecho de misérico donaire y sermón.

8 de abril de 2007

CXXXIX.- Ponle chapalele y avanza


La sobriedad que amablemente conseguimos,
no seguiremos vericuetos sobrecogen:
son los peores del espino doblegar,
por algo malo mendrugamos amigos.

En esas cosas no te vas y vuelves,
que compraventa por un mundo más,
acaso mástiles de tomo y lomo:
tú sermoneas como vástago primor.

Lo necesitas de la unión hace la fuerza,
porque no pienses ni que vengarán
y perteneces a la mala leche mira:
hemos de verte nuevamente comedor.

5 de abril de 2007

CXXXVIII.- Gabatá



Ya me voy, amiga mía, me voy
a destripar a ese lechón inocente,
la presa dócil que cayó a mis pies
en las ciudades de la cláusula veinte,
la que perdida dio la vida, al final.

El largo túnel que dormido atraviese,
oscurecido inopinado abandonó,
unido a nuestra manta muerte en sacrificio,
amante cáliz que pasó por ti.

Ya vez, amiga pálida, como esa vez
que nos hicimos una flor desconocida,
la que de pronto se tiñó en tu piel
y deshojabas siendo niña por alma,
la vida eterna hecha de espinas y mies:
fue sólo invierno, y lastimeras cicatrices,
que nos posee el perineo y la sien.

Yo lo sé,
porque esa fiera comadrona violenta
huraña y fétida me vio nacer
y levantó como una rémora mi ombligo
y me arrojó por el camino canal.

A nado pálido me vi testigo,
corriente abajo rivereño sin sed,
cuando de pronto me encontré contigo,
pero me voy, amiga mía, lo sé.

4 de abril de 2007

CXXXVII.- Mitómano Mosaico Meta


Culto parsimonia todo vuestro
de menester y necedad baldía,
de experimento soberano y desconcierto:
lo que despierto pertenece a la extraviada razón.

En su pezón está nidal su parusía,

su perorata prodigiosa, su agonía

cual habitaba su fecundo poder,
vertiginoso pozo origen de la mundo mata,
y la entidad que llamará cursilería,
de natural temeridad sin agua,
de postergar para otra vida su placer.

No puedo ver mi superado acontecer:
quiero dejar de ser y perecer,
pero del modo en que perece el arrecife,
el que jamás ni singular desaparece,
sino que crece y se estremece en claudicar
lo que otra fábula filosa y dormida
le sigue haciendo su tributo a la nada,
emancipada y pertinaz vida coral.

Para seguir viviendo el hábito del mundo,
bajo el sopor y la fulgura del mar
y navegar amablemente en la locura,
o dedicarme simplemente a la ternura familiar.

3 de abril de 2007

CXXXVI.- Próximo Exclusivo y Personal


Llénome la culpa sangre
ese dulce y mentiroso veneno,
cuando dejo pesadilla de morir:
el distinto instante instinto de calor.

Kerosene miel naranja mía,
acetona clandestina mujer,
por perecer yo jubiloso, jubilo
mi merecido terminal vivir.

En la casa de la golosina sueño,
por el hondo bosque furia de pie,
esconde bajo el sótano, la escoba
bruja engorda mil marranos a su haber.

Me busca aprovechándose de mi
la lechuga presurosa piel curiosa.
Si me arranco vuelve siempre más hermosa:
no me dejará jamás volver.

Nunca el beso me lo ha dado solamente a mí.
Nunca había estado tan así soñar rodeado
de la ingente y miserable compañía dolorosa,
de la necia y drogadicta diosa fría soledad.

2 de abril de 2007

CXXXV.- Cicatriz Pollito



Fardo viejo, seguiremos siendo niños
de fantoche y cuatro coches por matar
luna y trigo como fijos ojos verdes,
y un emporio sin amigos ni pan.

Hijo mío, no te acerques a la lumbre,
no tropieces ni te caigas: no te arriesgues más!
Es mejor ser un arrullo imprudente
que aprender del sufrimiento a volar.

Por privarte de alegrías pasajeras
y guardarte para la felicidad,
sé feliz amor sin un rasguño
e ignorante, pero qué más da!

Mucho peor que no saber viviendo
es morir sabelotodo al final,
que la historia sólo tiene libros
y a la vida le quitó la mitad.

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