¡Puedes volver otra vez!
Despertar de la larga muerte,
añicos hacer los dolores
y abrir la corola del sol,
inundarse de vivos amores
y al mundo cantar de placer.
¡Puedes volver a ser nido y polluelo!
Tormentas eternas no existen,
el cielo se extiende de nuevo,
el mar acapara su prisa,
se hunden los turbios bemoles
y nada te impide venir.
¡Puedes de nuevo intentarlo otra vez!
Aquí te estarán esperando
las fraguas eternas del ultimo estío
y todo será como el día primero,
ferviente, voraz como un río,
incierto, desnudo y perfecto.
¡Podemos volver para siempre!
Cantar a la dicha del viento indomable,
por todas las muertes que ya no nos son,
sentir su alimento en el quicio del alma
y de todas las vidas que un día se fueron,
volver a ser flor de la resurrección