31 de agosto de 2018

CMXXXIII.- Racontología



Quiero decir cosas, 
abrir el corazón ardiente 
compañero adolorido y optimista, 
intimista, florecido y, sin razón, 
inaugurar un par de plazas amistosas, 
con hileras infinitas delirantes
de mocosos impacientes bulliciosos, 
toboganes oxidados a la luz del sol, 
y ocho padres divorciados fastidiados,
extasiados peregrinos en la tierra 
abandonada por su propia sensatez. 

Todo junto de inmediato y para siempre, 
si no lloro y me resisto testarudo, 
porque tengo mil milenios por delante 
y la estrella que se agolpa en mi interior 
llueve vientos de magnetos rubicundos 
y no hay modo de volver a la niñez.

Quiero hablar de algunas cosas esta tarde, 
por abrir mi corazón ardiendo lágrimas,
carpintero de los robles olvidados
en ese parque que se fuera para siempre
y al que nunca volverá mi obsecación,
porque soy el descendiente del futuro,
porque sólo una paloma reconoce mi dolor. 

Ya está lista mi rutina de melancolía,
llevo flores a los nichos olvidados
de mi viejo que se ha ido, que esperaba por mí,
cuando niño fui impaciente allí en su plaza, 
cuando todas las palomas lo rodeaban a él
y mi mundo era un pretérito perfecto
y las flores acababan de nacer.

28 de agosto de 2018

CMXXXII.- Cáscara Pálida



No queda más remedio que los libros, 
ni escondite más seguro que cantar, 
otro refugio que una larga sinfonía
o dormir y dormir eternamente soñar.

Aturdirse en el lugar de los fotones,
detener el curso ciego de una fábula
y hallar en el nido del dolor mi nombre,
en la mínima canasta del propio desamor.

Ser únicamente el malo para quien te das,
entregarse por entero a quien te evita,
buscar desesperado la mano que no está,
el beso que no está, la dicha inexistente.

¿Cuántos siglos hay entre la lucha por amar
y el desconsuelo infinito de la amarga noche?
¿Por qué se empeña uno en escarbar dolido
la piedra imposible de su cántaro vacío?

Huir es una arenga eternamente repetida,
es un niño mar consuelo que al cabo morirá,
porque huir no tiene abrazos ni esperanza,
rendirse no figura en mi bitácora dolor.

25 de agosto de 2018

CMXXXI.- Mencuentranquilo



¡Cuenta hasta diez, 
chanta la moto, 
jura por Dios, 
cálmate un rato!

Deja que el tiempo 
limpie tu memoria.
Tus gritos de furia 
no los borra el viento.

Cantar como un mirlo,
ser grácil y bueno.
Es fácil decirlo:
quisiera ser heno.

Pero hay en mis venas
gaviotas heridas, 
sangre de aravenas 
dentro de mi vida.

Lo llevo en la savia:
no puedo callar,
ni tragarme la rabia.
La devuelve el mar.

Dulce como el vino
cual suave conejo,
acaso cuando viejo,
me vuelva el destino.

Lamento ser así.
De veras, lo siento.
Pero así como reviento,
me largo a reír.

Me burlo del cielo,
engaño al infierno,
dibujo en mi cuaderno
el alma como un hielo.

Y nacen poemas
de la boca que muerde,
pero así como hierve.
la vida me quema.

El día que muera
y me bese el olvido,
mi llanto escondido
dormirá a la fiera.

CMXXX.- Le dan mucho auge



La Tierra es plana. 
Nadie fue a la luna. 
China siempre gana. 
No sirven las vacunas.

Elvis se escondió.
Paul está muerto.
Todo eso es cierto.
No crean en Dios.

Los ovnis nos miran.
Me sale en el tarot.
Todo es mentira.
Todo es un complot.

Curao no ando en auto..
La CIA mató a John.
Nunca hubo Holocausto.
Jesús no existió.

CMXXIX.- Cuánticadena


Ya no te alcanzo.
¿A dónde vas? 
Cuando te sigo
no voy amando, 
sino queriendo 
un poco más.

Me duermo solo 
y junto ti, 
no encuentro nada 
más que un cojín 
a una distancia
de veintemil.

Yo no te existo 
y si me ves, 
muerdo el anzuelo
sin esperar 
a que me llames,
a ser mi juez.

Apenas huyo, 
te veo la piel 
y mil imanes 
de fría luz
me traen de vuelta,
por serte fiel.

Fiel a la nada, 
no hallo la paz:
estoy flotando
por ver el mar
en una jaula
de libertad.

21 de agosto de 2018

CMXXVIII.- Volantífona




Es la clave de la canción
nos está esperando bailar
contigo todo funciona
casi a la imperfección.

Re es la clave de la canción
qué óyese justo venir
a ser amigos comunes
y corrientes marinas.

Baila mar desnuda
vuelve a mojar mis pies
caminando que van y vienen
desde cuándo sabe quién..

Búscame dentro de ti
me alimento con el sol
de una tibia tarde mal
y nunca me arrepentí.

CMXXVII.- Clavolantín




Tengo el alma hecha de un modo tan difícil,
que lloro como un niño cuando tengo pena,
que bailo divertido cuando silva el mar,
y un miedo hacia el futuro me gobierna entero,
ingrato y poblado de tanta tonta tumba.

Me irrita la injusticia y me rebelo sin pensar.
Escribo infatigable lo que viene a mí,
no importa lo que diga o como suene o signifique.

Y cuando canto grito y cuando grito el viento
me devuelve la calma y si callado lo medito,
te pido perdón.

No me siento culpable de ser como soy,
porque no puedo dejar de serlo.

Me expongo imprudente a las manos arteras
del titiritero que no quiero conocer,
y pido disculpas repetidamente..
¡Qué importa que no deba nada! 

Yo pago por decir salud,
y tan pronto se me va el dinero,
repacto la dicha y me entrego otra vez,
pues prefiero estar rodeado de gente,
y no puedo dejar de vivir.

No me siento avergonzado de ser como soy,
pues no puedo dejar de serlo:
y a pesar de todo no me rindo nunca,
ni tengo la costumbre de ser feliz.

CMXXVI.- Y del pobre y famoso diablo nunca más se supo




Un pobre diablo pasa meses preso, merced a pruebas falsas obtenidas luego de un allanamiento ilegal a su domicilio y a una maratónica sesión de torturas físicas y psicológicas, practicada por parte de la policía en el cuartel, la cual le hizo perder un diente y finalmente confesar un crimen contra un travesti, que no cometió.

Felizmente, se descubre el montaje, queda libre el pobre diablo y el fiscal asignado para indagarlo, reúne las pruebas para incriminar a dos policías. Pide una audiencia ante el juez para informarles que los investiga por tratos crueles, inhumanos y degradantes, y por allanamiento ilegal, mas su jefe regional se entrevista pocos días después con la plana mayor de la policía, alarmada por la citación de dos de sus mejores funcionarios.

Al día siguiente el fiscal recibe la orden de dejar sin efecto la formalización, derivar a la víctima al psiquiatra del servicio médico legal por una clara tendencia a la fabulación, advertida por los jefes policiales, y a ordenar que el peritaje por las lesiones que el pobre diablo sufrió fuera modificado, pues era altamente probable que la pieza dentaria que perdió luego de confesar el crimen haya caído accidentalmente por un mal aseo.

Los policías nunca fueron formalizados. La causa al poco tiempo se archivó. El fiscal que investigó el montaje se fue a la Puerta Norte, y su jefe se hizo famoso, muy famoso.

CMXXV.- C.N.I.




Funa al que no te gusta,
al infeliz que se equivocó:
misericordia ninguna.
No hay perdón de Dios.

Yo cuidaba a mi mascota
y se quedó con el vuelto,
que le den con la picota
y se pudra como muerto.

Todos tras las rejas.
¡Diputados a trabajar!
Y encárgate de las juezas,
ponlas en su lugar.

Mis impuestos no los pago,
mas no soy ningún ladrón.
Doy trabajo a muchos vagos
y me acusan de corrupción.

Los ladrones al encierro,
una patrulla y un dron,
una escopeta y dos perros.
Una celda sin colchón.

Son cochinos los curas,
los políticos, la perdición.
Mi general era mano dura.
A sacarlos de circulación
.

CMXXIV.- Desobedece


No te allanes:
crece,
la luz deslumbra,
el prado florece,
cuando no haces caso,
cuando no hay planes,
ni latigazos.

Te lo mereces.

CMXXIII.- Zurdo Minante



Cinco dedos de frente,
para la suma,
para decir adiós
y mandar a la mierda,
para encender la luz
y tomar la pluma,
mi amiga infatigable,

mi mano izquierda.

CMXXII.- Malos Pasos


Yo creo que a las cinco.
(Le dio con almorzar).
Igual anda en lo mismo.
A mí ya me da igual.

Por mí sería rico.
No importa en qué lugar.
No sé cómo le explico.
No sé si voy a estar.

Es que una se descuida
y olvida el celular.
Estoy tan aburrida.
No lo quiero ni mirar.

Decir 'somos amigos'
me tiene todo mal.
Quisiera huir contigo
y no volver jamás.

CMXXI.- Extermita


Bienvenido al mecanismo de la muerte,
a su pátina de lento consumo,
al olvido del olvido de tu voz marchita
en el recuerdo de aquellos que no están.
Una noche soñaremos sordos y desnudos,
sumergidos en la amnesia de la música
de ese mudo mundo sito en el pasado perdido.

Canciones, caídas, risotadas apagadas,
amenos agasajos en el club del tiempo:
todo perderá su color
contra el viento inexorable del siglo
que ha borrado su ficción agotadora y confusa.

Y aquí viene la bicha que llevamos dentro:
un espectro aterrador que se vive eternamente
y que muere para siempre palpitando,
cual oruga silenciosa, nos eriza la piel,
o crisálida enervante que nos duerme
con su práctico veneno perfumado,
resignado a la cadena más lejana
de los besos y las caras despedidas
en la burla de nocturnas mariposas
o en el óxido carbón de los entierros.



CMXX.- La Ciclopeya


Una de esas mujeres
que se peina
de labios rojos,
la cabeza negra,
y bailando divina
cantando alegra.

Era el alma de la fiesta,
era la Reina.

CMXIX.- Perdón





Cómo se sumergen los ángeles
en la mar impostergable
de las penas santas,
como tantas y tantas
que he parido en vano.

Esa es la importancia
del acento diacrítico.
¿Cómo se hace
para no dolerse,
como tantas veces
nos pasa?

Aré lo que pude.
Seré lo que fui.
Amar, sanar,
abrazar y hacer dormir.

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