26 de septiembre de 2007

CCXXX.- El título no puede quedar vacío



Ya se ha dormido enteramente, camarera,
lo que dudar nacido látigo nevó,
porque no quise descubrir detrás de todo
la comisura de tu boca trigal.

Pero no puedo hacer del ánimo raído
mi residencia amiga dentro de ti,
yo que miraba mentiroso a la tierra,
simulo y grito una morada moral.

Tú por mirar el escorbuto de la gente
y enemistarme tanto más, llorabas.
Yo el ademán y la canícula llovía
que desde un alto la marcha, morir.


25 de septiembre de 2007

CCXXIX.- Mecolo Coloco



La dúlcina velera me ilumina nuevamente
pues quería abrir mi sueño de pileta y trinar,
su flor de alma jugosa, acariciándome llovía
la vendimia poderosa de saludo y tambor.

Por abrir la cama cápsula al dormir con ella,
hendido el aro mágico en sudor y su piel,
su festín de cada día era el reverso nebuloso
y convexo que iba amando mi sexo violín.

Orfebre y dama tibia en alcalina costumbre
que busca, viene y va su urbanidad pasajera,
mi lástima ligera al abanico de la noche
y cosas que la tarde tiende siempre a olvidar.

22 de septiembre de 2007

CCXXVIII.- Chicharra Muere Cantando


Muchos de nosotros en cánticos,
en el coro de la escuela dos,
básico, folklórico y mágico.
Me aventuro y quiero ser profesor.

Cierta clase de música,
esa que se canta en la O,
tiene de cantantes a afónicos
sin texturas contrapuntísticas.

Furia sándalo sencilla y parlante:
nos amamos en un altillo,
nos reíamos cada uno a su modo.

Rara forma de alegría ignorante
que cantamos siendo niños
y después se ha olvidado todo.

20 de septiembre de 2007

CCXXVII.- Marchaos




Hurguemos en el rancio desamparo
del orgasmo, del hastío y la dicha,
cayendo a media noche calcinados
al cloroformo del infierno glacial.

Sin más palabras que las viejas palabras,
sin otro deudo que la masa banal
de su costosa fuerza gárgola maldita,
su recia casta porquería y morir.

Ahora me marcho con el fuego en la garganta:
canto y planeta que no tiene mar,
un poco vástago y mendigo en silencio,
sin dar aviso a los amigos, me iré.

Al otro muro vertical adyacente,
a aquella fuente que alimenta otro solar:
la que se llena de miradas y camino
echando flores por dolores en un manto colosal.

19 de septiembre de 2007

CCXXVI.- Jolgoria



Todo se cubrió por fin
de un habitual benevolente y parco.

Llovían en el ámbito pieles
y celebránbanse rodeos de antiquísima
dormida vida cruz.

Yo los divisé danzando
en una maravilla prosaica,
determinándose a poner un grito
en que al azar de todo bar solemne
se vaya a dar y zapatear todo de sí.

Salí sonriendo cardinal desenfadado
mi pan igual enamorar tan reluciente:
yo cantaré por fin amar con ellos
la salvífica tonada panal.

Porque torcido y sin pañuelo iré
o mar haré en que se arrojase toda
esa vital generación ala muerte,
que va y convierte laicamente en alma
a la mujer de su señor y Amén.

17 de septiembre de 2007

CCXXV.- Lugar de Gaviotas



Porque hay algo parecido a la libélula curiosa
que se funde contundente y permanentemente flor,
incendiario me aproximo y considero sus palabras,
su distancia, su frecuencia y su magnífica sien.

Quiero dar un pueblo lleno de romero y fluctuaciones
a la calma que impaciente se ha adueñado de mí,
peligrosa y frecuente, comitente peculiar,
cariñosa y novedosa en mi sencilla oración.

Anidarme y desplegar la vida helecho enteramente
por asir mi duda lluvia y recordarla como es,
anillos y vuelos y viejos consuelos,
farrucas y vinos: pomelos amar.

Por crecer y renacer, me he dado un plazo inexorable
que no admita más que huir despavorido hacia el mar:
pulular como son fijas las gaviotas que no vuelven
y sentir enteramente y nuevamente pulular.

15 de septiembre de 2007

CCXXIV.- Camilo


Mi hermano tiene un ámbito desnudo
y es conmigo lo que soy consigo yo:
se parece a la guitarra abandonada
y a la roja cometa pirata mejor.

Él, que puede quedarse en silencio,
sumido largos días en su quieta timidez,
de pronto despierta sincero por dentro
en mis brazos, dormido, querido paté.

Cuando me habla tranquilo de noche
nos hacemos invisibles los dos:
somos almas fragantes y fuertes
de magnífica completa y poderosa tempestad.

CCXXIII.- Etermitente


Cuero límite, morada y feligreses:
ludo breve pestilente y jabalí,
de la mágica soñada nueve meses,
porque todo se ha cubierto de mí.

Lluvia que se cruza entre la gente,
fiero mar intermitente conviví:
digo todo pausa mueve lentamente,
que se duerme caminando hasta aquí.

Larga noche de inconscientes adivinos
que rodeados como ejército sin flores
se lanzaron en batalla a los molinos,

pero han sido tantos años, los mejores.

Vine a ser el cariñoso cohibido
niño químico bandido de cité,
que en su boca viven ostias prohibidas
y sencillamente nunca moriré.

13 de septiembre de 2007

CCXXII.- Con mucho respeto



Con vino gratamente de otro modo
las palabras emborracho con humor:
descubrí que un nuevo idioma imposible
me ha alejado de la plaza universal.

Y me embriago inevitablemente
si respiro, su etilente comatoso
me asegura aquel destino de azúcar:
solitario padre nuestro personal.

Alegre mi voz huele a terca payasada:
lo necesito porque está en mi piel,
y si concurro a la primera llamada
era el circo que de niño abandoné.

Cuando venga la estaré esperando:
yo le ofrezco lo que quiera de mí.
Si despierta a medianoche sentiré
su vergüenza entristecido venir.

10 de septiembre de 2007

CCXXI.- Limpio Columpio Lunar



Recorro las tiendas y leo los diarios:
descubro a la gente mintiéndole al juez
y todas mis pausas llevan tu nombre
que siempre destilo camino hacia ti.

Poema delicado que cierras mis ojos,
no dejes que duerma sin escribir,
pues viene allá lejos la palabra todavía,
la palabra pesebre y la canción más feliz.

Volvamos haciendo la dulce pirueta
del piélago infierno sumido en la miel,
felices, vacíos, alérgicos, quietos
llorando por ese que nunca brilló.

Y echemos al aire mi abaniconcepto,
ingente decidida de la mía creación:
su forma de harapo tan tuyo y tan nuestro,
fue insomne comercio y lamento gorrión.

7 de septiembre de 2007

CCXX.- Cuculímite Infinito


Yo eliminaría penitentemente
hasta dar el exterminio del mundo
los amados pasos brujos de los ángeles,
por borrar todo vestigio de ti.

De mi nombre que se oía indiferente,
de mi boca que aunque supo vivir,
me fue fina, delicada y transparente
sin conseguir que me fueras afín.

Pero ocurre exactamente que yo,
por ir dejando lino y pétalos en balde,
voy a dar precisamente lo contrario.

Por donde paso vienes tú y no quiero
que me abandones en el firme propósito
de publicarme y de informarte de mí.

4 de septiembre de 2007

CCXIX.- Mi primoroso e inigualable panal



No tengo yo derecho a la crisis
ni más opción que arrepentido callar:
debo seguir como si nada ocurriese,
inconmovible, convencido, fatal.

Venga la vida que arrepiente y me nazca
un acicate que me saque de este circo llorón
y abandonar el edificio de mi farsa,
pero aunque dude diariamente, digo no.

Que en primavera desabrigo la esperanza nueva,
el cupón de lotería que jamás aposté,
el jinete favorito en lo que mi alma se juega,
por haber llegado todo digno siempre placé.

Es que no tengo yo derecho a ser otro:
este dolor desesperado me ha dolido solo a mí,
sencillamente tal y como me muestro
nadie me gana nunca en esto porque yo me escogí.

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