30 de abril de 2008

CCCLXII.- Estamos bien, después de todo



Yo vendo apocado mi indigna proeza
que es nada en el cofre y la mano con cien,
y vuelvo callado, rendido a la pieza,
rogando que un día me trates bien.

El aire se acaba y se seca el parrón.
El gato me busca y no encuentro yo quien
le abra las puertas del otro salón.
Me mira y me dice: “Piénsalo bien”.

No cuadran las cuentas ni quiero seguir
mirando la lluvia: te has ido recién.
El niño no duerme: se quiere vestir
y él mismo pregunta si duermo también.

Me obliga la gente a que diga que no,
que piense en mi vida y le sea fiel,
que busque otra suerte, una hermosa guarida
y encuentre una niña que me quiera bien.

Mas sigo rodeado de melancolía,
me entrego obstinado y me quedo en el tren.
Al mundo despido y se aleja mi carro.
Me dice que me ama y yo digo: “Qué bien”.

29 de abril de 2008

CCCLXI.- Vaciar Papelera



Sólo quiero que algún día me seduzca
libremente el desbocado fino potro,
su flota repentina que volando busca
todo cuanto no permuto yo por otro.

La fogata que alimenta, me calienta y va
del umbral que a veces cardinal amanece
o aparece en lo que no me pertenece ya,
por el frío lunes doce hasta mi martes trece.

Todo lo que siempre he sido va a pasar
peregrinando al cementerio de elefantes.
Libra, flora y fauna que devora mi historial:
mi caminar de envergadura espeluznante.

28 de abril de 2008

CCCLX.- Ataraxia


Hay un día que se adueña casi muerto de tu vida:
te arrebata agonizando y te hace presa del dolor.
Y lo llevas canceroso como jaiba en la barriga
que no quiere que en el fondo exista nada alrededor.

Seguro no te importa si me quedo, si me alejo,
si te quiero o si me quejo o nuevamente yo me voy
lentamente de tu lado y al extraño dios espejo
mentiroso en que te miras, no le dices lo que soy.

A ti, básica niñita inconsistente, sólo canto:
me haces daño inútilmente con espesa voluntad.
Comes poco y cuando comes dolorosa tragas tanto,
que se colma tu indecencia de sal infelicidad.

25 de abril de 2008

CCCLIX.- Alba Mensajera Capilar




Posiblemente acaso nunca tuve
entre mis manos un mensaje así,
con sangre vigorosa que impregnó su pluma
de fuego diferente, y prisionera de mí.

Ató nuestro futuro en el umbral de las palabras
y vino hasta mi puerta para verme soñar.
Hirió con una tímida enigmática mirada
profundo mi sentido anaranjado del temor.

Pues tocó mi corazón acantilado
y escribió por fin alegre apasionada esa flor,
contenida en el discurso de un ángel
de pálida esquela con suave clamor.

Nadie podrá nunca resistirse plenamente
al ejercicio de su influjo terminante
que parece lino terso displicente
y fino beso de rugoso papel.

24 de abril de 2008

CCCLVIII.- Teatro Pella


Los días se parecen al árbol
en el constante despertar apaciguado
de luz fragante al que sus hojas secas
ceden espacio permanentemente.

Y a todo circo voy del mismo modo:
calco y reliquia del lejano comienzo.
Me pertenece todo codo que podo:
así se inicia, tomo palco y permanezco.

Si viene el surco nuevo reiterándose,
quiero vivir en ese sitio pujando,
acompasado en lento paso mi trance:
Orión y Libra, Cuasimodo y Pedro Armando.

23 de abril de 2008

CCCLVII.- Marimorena



Mediodía de la cruz poniente.
Rubicunda melodía compacta.
Planetoide personal y presente.
Cuna arena algarabía láctea:
yo soy feliz.

De la manta delicada que cubrió mi ser,
preferí sin vacilar tan obcecado el humor
que iba apagándose conmigo, poroso
de cada cosa su peor significado,
tormentoso y malhumorado.

Pero fue así que descubrí yo la natividad,
el esperanto que hay en ella de felicidad,
conjuro y llanto de alegría, todo el día sumar,
multiplicando mi canario su canto.
Y fui feliz.

Echando lejos al estricto y su banal,
despavorí su larga data de muerto,
le arrebaté ese maletín de las manos,
le di la espalda al abogado circunspecto,
por esparcir en la campiña su mal,
y estoy contento.

Muy contento.

22 de abril de 2008

CCCLVI.- Torbellino Mudanza



Inconmensurable multiplicar lluvioso
de familias y castañas en salmón:
inmóvil recuerdo de habitáculos mohosos
que ha quedado atrás sin remisión.

Si acaso una mañana vuelvo a verles,
no tocarán nuestra cara con asco
ni el celo bullicioso de los treiles
ni tu boca nuevamente los chubascos.

Otoño perpetuo que marca por siempre
su mueca gastada en la historia y fui yo,
ariete, mendigo, recluta y conserje:
soy íntima pena que no tiene corazón.

¡Adiós a las ancianas abrigándose en el atrio!
¡Adiós a tu perfume de oro leña en la cité!
¡Adiós a aquella arcilla que se pega en los zapatos
y a la estrella silenciosa que ya nunca más veré!

17 de abril de 2008

CCCLV.- Pastando la dejé



¿Y quién se ha llevado a la márgara pálida
en tempo cansado, que un día se fue?
¿Por qué no halló dentro sino la hora gélida,
lata y corriente en mi taza de té?

Agria que ignórame en alma y placer,
aleja tu asaz cabellera de mí,
derríbalo todo, queriendo no ser
madrina que anima ni paz cuculí.

El silencio preside su causa pascual
y no puedo yo dejar de complacerla
por una pausa más digna y casual,
que sea furia maravilla o viva perla.

14 de abril de 2008

CCCLIV.- Suplicárcel



La luz de oprobiosa barbarie congrega
en lejana sorpresa a su furia marcial,
trayendo consigo el trigal de la siega
y quemando castrense la flor libertad.

¡Qué terca esperanza cargaba en el lomo
la muerte en la silla y lloraba al final
su oscuro barranco en rumores de plomo
de vendas sencillas y cruel lodazal!

En duelo, mi padre marchaba apegado
de noche a la orilla desierta del mar,
gritando purgaba en el acantilado
su vértigo danza en la cruz funeral.

Porque ha llegado el día de los presos
que en carros aviesos, durmiendo de pie,
su viejo cansancio poblado de rezos
elevan al Cristo que tanto esperé.

CCCLIII.- Los días más felices que puedas tú vivir


El brillo de plata
que un día impedía
Gitano a la cara,
mirarte, se olvida.

La vida se apaga:
te calla la voz
y queda ya nada:
pulmón ni motor.

Se pierde el misterio
que al mundo intrigó
y ves que ahora aquello
no tiene valor.

Mas todo se ha muerto
y, perdida la luz,
tu rostro cubierto
no ve juventud.

La gloria se acaba
tal como llegó:
su rosa mirada
te ha dicho que no.

11 de abril de 2008

CCCLII.- Blues Carcome



Porque la vida roedora es un reto
de mil hormigas que atesoran y van
hacia un rincón desconocido y secreto:
¿Hay alimento más genuino y singular?

Tú quieres simplemente que no haga
las preguntas sobre aquello que no entiendo,
que no cuestione y sea el cándido que traga
sin masticar la amarga mierda, sonriendo.

Por escapar de las verdades que asaltan,
salvar la vida a cambio de un solo botín,
va la verdad con eso que nos arrebata
y que es el mágico tesoro de vivir.

¿Y qué se yo lo que la vida es,
si no he vivido casi nada todavía?
Soy un chaval, pelafustán, soy un bebé
que se ha quedado con el alma vacía.

8 de abril de 2008

CCCLI.- La Reina Comadreja me besó y se fue


Todo planeado como obra maestra.
Circuito perfecto de cabo a confín,
amando la entera cubierta de ingenios:
sonata, retrato, paideia y florín.

Tiene mi coro una fina indolencia,
que trae a sus ojos la pulpa de un pez
pintado en figuras de suave cubierta:
me es nuevo en volumen y quiero ser él.

De seda, vi a la viuda que me quiere ver:
prendada candileja, bambalina y palma.
Balcón de su butaca, femenina mujer:
monóculo en la mano y la minina calma.

Un ángel de sus labios me tocó la boca
y nunca como entonces me vio nadie ser
fundido en una sola remolina loca,
de cuerpo y sin vestido, se arrojó a mis pies.

Telón acompasado que empuñó la mano,
dejando al respetable su final sin ver.
Penumbra irrepetible: me turbaba en vano,
fui luz y nos amamos pero desperté.

CCCL.- Yo no voy a renunciar



Por aspirar nuevamente el estipendio de ese olor,
el aguamarga de los pinos, su cintura en espiral,
voy a vivir en el esfuerzo de mi fábula prisión
y seré trigo, mazo, quiste y, rebelándome, tribal.

Presenciando el crecimiento de la niebla iquiqueña,
de los hijos fortuitos y la casa de papel,
miro el fuego que consume diariamente toda leña
resistiéndome a su cálida y dormida furia hiel.

Camino el sendero de estiércol y roca
que circunda la cabaña que por algo dejé,
con un hálito de crudo tabaco en la boca
y un cigarro de rumores apagándose en mi pie.

Pero vivo de una escuálida caricia en mi sordera,
de las obras imposibles y en el horno queda pan,
pues me cubro de esperanzas al mirar su madriguera
porque soy un testarudo que prefiere otro final.

7 de abril de 2008

CCCXLIX.- Tuto Mama


Tuto piensa que la Mama tiene su damajuana
escondida en la despensa, donde va el jengibre.
La vacía cada noche y a mitad de semana
se aparece por la cama: nunca disponible.

Bobo dócil: sin embargo, cuando empina el codo
su mirada se le nubla de cariño fungible.
Él se entrega a la que nunca le ha entregado todo
pero siguen en lo mismo haciendo todo lo posible.

Como un áspero descuido se les va la vida
de artilugio innecesario, de dormir sin amor:
alimento del que comen sin más garantía
que la ingrata compañía de mamar los dos.

Son los buenos amigos de la mala leche
de la mala conciencia y del callado arroz,
que cruzan antes siempre de dormir de noche
dos amargos besos sucios, al decirse Adiós.

4 de abril de 2008

CCCXLVIII.- Cervantes sin preservantes



Loco yo coloco lo que digo delirante:
la arrogancia que no admite redundancias
y me brota un amasijo de candor tan terminante
que prefiero el sin sentido a la mejor fragancia.

Mas presiento que habrá nuevos idiomas
siendo bosques en el sueño del Guadalquivir,
y es frondosa la premura de volar palomas
por deciros algo innato y no poder dormir.

Que la crin vaya a dar su locura dislate
a una radio galena que no pare de sonar,
y la priora mis palabras descarada combate
porque le es perturbadora su totora al mar.

Ya no quiero andar atado a la sintáctica rienda
de cuajar mi disparate como el más normal:
por cabalgar sin permitir que se me entienda,
yo abandono a Rocinante mi razón natural.

2 de abril de 2008

CCCXLVII.- Flor Estampa Labras


Cuando llegan doce cuervos
a mi lenta caminata,
yo mentrego, piel y sangre,
virulento y sin dudar.

Poderosa circulando
desde le día en que nací,
curvilínea vanimando,
sugestiva mintimar.

Fuera lágrima, persona
que no sigue mis pasos
o animal que reticente
mimetízase en mí.

Vidajena que carcome
copuchenta minterior:
fabricante amontonado
penitente e innumeral.

CCCXLVI.- Maravilla Sombra




Posar mi loica musical en el hombro
ese de rizos y frondosa cabellera,
predestinarme en agotar el asombro,
guardar silencio y de la misma manera
hollar amando lo que note y nombro.

Quiero vagar por Almirante Montt:
pedir allí mi cenicero, la lumbre,
mi Torobayo, la ensalada mejor
y descubrir eso que nunca descubre
el buscador sin su dormida convicción.

CCCXLV.- Nada más oscuro que estar bien


Nada más solitario que un pan nuestro,
que ese tiempo que se pierde en el café,
y a un pan abandonado no lo reza nadie,
porque algunos corazones valen cien.

¡Nada cuesta tanto en este qué comer!
Mi boca se parece a un volantín
que no tiene más amor que el viento libre
o una espuma fría y negra en el mantel.

Yo no necesito que me quiera nadie,
tengo solitario el corazón.
Sólo quiero a un perro para darle un hueso,
sólo quiero un beso para dártelo.

Si ninguno vale nada para nadie nunca,
ese gato negro morirá,
cientos de gusanos besarán su cara
y un pan abandonado quedará para comer.

1 de abril de 2008

CCCXLIV.- Fuera del alcance de los niños



Ya he perdido la certeza más ardiente,
el sentido y todo aquello: lo burgués.
Vivo lejos del columpio y de la gente,
de la prisa matutina, la piscina que soñé.

Me han bastado solamente cuatro meses
para atar insatisfecho el menester umbilical
a la roca que se arroja temerosa, coliforme
y abandono para siempre la camisa y el mantel.

Pero debo mantener muy apartada de su mundo
aquélla furia que me lleva de la tierra otra vez
porque ríen desde lejos y me miran partir,
y hoy se alegran cuando llego, pues me animan a vivir.

Que se llenen sus ojos de acuarios, de nieve
y la pompa burbuja los cubra del dolor,
que a otra playa serena, esmeralda los lleven
mis manos colmadas de yogurt y caracol.

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