29 de febrero de 2024

MCCLXV.- Nave Nube Viva Voz


 

Vengo dando vueltas amarillo,
donde el trance matutino del viento
que se mece y desvanece soñando,
se hace fraude de oro y aire calor.

Llevo un bolso lleno de croqueras,
alcancías y grafitos y nueces,
porque libro melodías cuando canto
atrevido, de comienzo a fin.

Acaso me detenga en el camino.
¿Alguien sabe si merezco seguir?
Yo supongo que la huella de mis pasos
guíe al vino del estío hacia acá.

Sigo y digo en espirales de trigo
que la magia del color amor me busca
por senderos que reía de niño.
Ya el cansancio anaranjado se durmió.

Vengo rengo dando vueltas y sencillo,
donde el trance matutino del tiempo
que se mece y desvanece volando,
se hace fraude de oro y aire en flor.

25 de febrero de 2024

MCCLXIV.- Abyéctor Antiguaya


 

Les tiene prohibido
conversar con él,
les ha prohibido
al Aravena.

No sonríen, si les dice:
Yo los amo,
ni lo miran cuando están
con ella.

Pero de vez en cuando
vuelan juntos los tres,
desde las diez, una vez al mes,
eso no lo dijo el juez.

No pueden llamarle
ni decirle te quiero
solamente: Yo también
y solo nosotros también.

Todos quisieron
provocarle
la Perkins
y el Suche, su madre.

Y solo consiguieron
alegrarle,
eso es todo lo que hicieron,
que pudiera amarles más.

22 de febrero de 2024

MCCLXIII.- Tangorrión


 

Tengo cuatro pajaritos
en el hondo corazón.
Se parecen a la nube buda blanca
que florece sin llorar.

Mas el alma me lastima
porque ya no puedo verlos,
casi al menos por la tarde
ni se vienen hacia mí.

¡Cuánto añoro su cadencia
de piñata y triquiñuela,
su perfume de marimba
y la pureza de su dios!

Yo quisiera que brindaran
en el mar de mi domingo
y trajeran su comparsa
de clamor y libertad.

Pero ya se han ido lejos
en ardiente parloteo
y los ángeles abismos
me han callado de dolor.

5 de febrero de 2024

MCCLXII.- ψαλμός ενενήντα


 

El Tiempo es lo que busca
todo aquel que lo entiende:
que no todo es para siempre,
y que no existe nunca.

Mucho antes, de cualquier modo,
nos oye, nos toca y nos ve.
cual ese lodo que pisamos todos..
¡Qué tarde llega lo que temprano es!

Pero nadie jamás lo encontró
fácilmente y sin parar,
porque sin mirar el reloj
la luna nos devuelve el mar.

Aunque muerda cada momento,
como dorada pepita en el bar,
su paso es todo lo que siento..
¡Y yo ya no puedo esperar!

Hay mil años por donde miras
y son como el día de ayer,
como una noche en eterna vigilia
o candileja al florecer.

Nos gusta Cuculí Pop