30 de enero de 2010

DCXL.- Me Aburrí Pop



Yo no soy cualquier huevá.
Mamá, lo siento.
En el fondo de mis tripas
digo siempre lo que Soy.

Porque tengo una campana
y cuatromil quinientas
ecuaciones y funciones
en mi forma de querer.

Y a la hora de la cena,
cabisbajo solo rezo.
Si no rezo, le hago gestos
con la amígdala a tus pies.

Ya ves.

Junto al plato voy dejando
cuesco, pepa, cada hollejo:
yo me limpio los bigotes
con la mano y el mantel.

Yo no soy cualquier idiota,
porque pienso.
Y me voy por el camino
de borrachos, al burdel.

Donde nadie me hace caso
y aprovecho,
en la barra, le converso
a la mejor mujer.

¡Mujer!

Considera por al menos
un instante
el papel que en este mundo
me toco desempeñar.

Yo no digo que me mires
a los ojos,
pero exijo que te fijes
en el hijo que hay en mí.

¡Por mí!

Se han abierto los estadios
y las plazas,
han compuesto sinfonías
y mesías para mí.

Yo no soy cualquier idiota.
Insisto.
Por si vas a hacer conmigo
objeto de tu voluntad.

Te recuerdo
que por algo existo.
Allá al fondo de mí mismo
está toda la Humanidad.

29 de enero de 2010

DCXXXIX.- Ciento cuarenta y cuatromil.




Que lo de todos sea de nadie
y que sin esperar se den,
o reciban los que entregan
lo mejor y un poco más,
pues si tengo la fortuna
inesperada de tener,
no es mi culpa y me rebelo
a la arrogancia de envidiar.

Yo quiero ser también
alado un angelito,
que lleve especies a rincones
donde nunca fue el sabor,
y en amigable riachuelo
de canciones, bendito
traiga a todos un consuelo
y que no exista el cazador.

Pero me habitan
los demonios en el alma,
que se despiertan cuando grita
nauseabunda la traición,
con el claro desparpajo
de rateros que se escapan,
y anda pérfida, ladina
y dice “Tengo la razón”.

Una mañana sin aviso
habrá un ejército en tu casa
y en mi casa y en las casas
de los hijos que vendrán:
pedirán de cada uno
los mendrugos que nos queden
y se irán con los que llenen
de perdón el corazón.

16 de enero de 2010

DCXXXVIII.- Mi Hermanita


Ella me dejó soñar su canto enamorado,
sin hablarme, en un comienzo, del pecado de soñar:
comparando su futuro y mi pasado
con la entraña numinosa y fugitiva del mar.

Una tarde de septiembre dijo toda la Verdad
y, perdido en su delicia, me volví su hermano:
¡Que por fin en este mundo se haga Su Voluntad!
Desde entonces fue un amor cristiano.

Que Jesús tenía un clavo en las dos manos
y por amor se sumergió en el mundo,
para ser incluso amigo de paganos.
¡Me enseñó la Creación en un segundo!

Pero, tal como llegó, de pronto desapareció
y ese loco, bello amor cambio de signo.
Su Cantar de los Cantares una noche calló,
y me quedé con la Primera de Corintios.

14 de enero de 2010

DCXXXVII.- Lamá Sabactaní


Vendríamos por fin todos aquellos
que existan y persistan o confíen:
ayer será mi impávida la noche,
hablándonos amigos de los sueños.

Mañana se hizo demasiado tarde
y fueron escondiendo sin derecho
mis manos, abrigándonos el pecho
y el alma peregrina los cobardes.

Yo sigo yendo casi como siempre,
buscando su mirada en el Salón:
mi vida despedida entre la gente,
y un día descubrí que sólo yo.

Que ya no somos más que casi nada.
¡Hermanos, he venido por amor!
La mano que me trajo está callada,
y todo, al consumarse, comenzó.

12 de enero de 2010

DCXXXVI.- Divinalegoría Póstuma


Escribe un personaje de la pobre oscuridad,
que inelegante,
etermitente,
peor amando que dejándose querer;
fue abandonado a la pletórica pasión,
tan generoso.

Obra suponiendo que no hay nada que perder:
prefiere nubes
y cormoranes,
o todo un gran inmenso mundo de presencias semejantes,
soledades,
que halló la hermosa y viva dádiva que un día recibió
y le consoló:
que fue con ella lo que nunca pudo ser jamás,
y se marchó.

Y ahora que vengo yo leyendo su bitácora de gran dolor,
tuve el valor
y la entereza de acercarme a él
para saber,
sin mucha fe,
pero conciente de las sombras que le habitan el alma
o las prisiones
que no perdonan ni lo dejan escapar,
si esa paloma,
la más plebeya de las rígidas princesas,
el oro escombro que se encuentra repartido
en los arroyos y placeres del edén;
qué fue de aquella humilde lámpara de púrpura frecuente,
indiferente,
tan repentina que llegó y partió,
pero dejó su intensa, dulce y diametral felicidad constante.

Yo fui su amante.

8 de enero de 2010

DCXXXV.- Evaporarte


Porque sigo como un dios, perfecto y saludable:
la certeza y la razón se reproducen en mi sangre.
Y en lugar de estar en cama, me levanto y anudo
la corbata, mis zapatos, mi sonrisa y salgo.

Mas quisiera por la noche de una vez enfermarme,
irremediable y sin aviso para siempre de algo.
Contraer una dolencia de incurable corrosión
en aquello que abastece de alimento a cuanto valgo.

“¡Pero, cómo se te ocurre, querer eso, pobre idiota!
¿Es que no te gusta ser o disfrutar del todo tú?
¿Te parece que la vida es una necia copa rota,
que es mejor a la conciencia no cuidar de la salud?”.

“Hay millones de postrados miserables que darían
cuanto tienen por gozar en un segundo de tu paz
y que sólo por vivir un breve instante de tus días
venderán hasta el alma, por aquello que tu das".

“El vigor de tu confianza melancólica es un fraude
La presencia de la ciencia negligencia es la da
a esa cómoda existencia que desprecias y que arde,
un sabor de soñador, de perdedor y soledad”.

Por dejar de estar tan vivo entre la espesa gruesa muerte,
por hallar el privilegio y no volverme a enamorar,
yo quisiera se ajeno cual museo para el arte.
Cabizbajo, sin sentido, arrepentido y claudicar.

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