31 de marzo de 2018

DCCCLXXXV.- Himno a la mujer que se descubre frente al monumento al ciudadano desconocido



Ama con alegría,
amiga del dolor:
sólo cuando sufres, amas
y dejas de amar
cuando recibes amor.

¡Error!

Ama feliz.
Sé feliz amando,
y si sientes pena,
ámate a ti misma.

29 de marzo de 2018

DCCCLXXXIV.- La Chunga




Ella también es mi luz y mi sol.

Esa es la magia de la existencia:
nadie enciende una lámpara
para guardarla en un baúl,
sino para colgarla en el centro
de la casa y, así, ilumine a todos.

Las tinieblas de la envidia
y el resentimiento desaparecen
cuando la luz se abre paso
llenando de colores el aire
y perfumando las almas con amor.

DCCCLXXXIII.- Amor Zero




Sonó la alarma
y desperté:
vi un niño desolado,
perdido
extraviada su alma,
vacía. 

Mía la culpa
no había sido.
Yo sólo solo
dormía.

Todo cobraba sentido.
Era la mía.

DCCCLXXXII.- Ponte Firme



Si alguno arrebatome
la felicidad
y dándole a mi cuello
latigazos, corre!
no sólo consiguó
que acelerase el tranco:
me supo el aire a vértigo
de crin, sudor.

Yo vengo desde niño
regalando risas
y dejo que se burlen
de mí seria dolor,
amor que confundí
con humillarme tonto,
tibieza que aprovecha
la rastrera cascabel.

Recuerdo que al final
me dijo: Ponte Firme,
mi padre me llamó
para lucharme fuera:
llorando cuatro noches
como si lloviera,
sentí que en su cabá
yo sólo quise huír.

DCCCLXXXI.- Porsiaca


Propongo hacer lo siguiente:
vaciar nuestra página gris,
volver a dibujarla de flores
y alzando su estampida al viento,
crear una libélula perfecta.

Su lagrima doncella volar
y retener en la memoria el rocío,
la prímula que flota en agua nieve,
mi niña que al final la recogía
y daba al cielo un nombre nuevo.

Cadenas que no logran atraparnos:
propongo comenzar a vivir
y dedicarnos por completo al sol,
llevándose las hojas blancas
que nunca volverán a llorar.

DCCCLXXX.- No me rendiré



¿Qué fue de tus albricias,
corazón vacío?

Llenábase de lirios
tu candor de guagua.
El ángulo del sol
tras la cortina crecía
y todo un aire círculo
amarillo dibujó.

Algo pasó. Nunca lo supe.
La luz de esa sonrisa
se cubrió de tormentas,
que taparon tus oídos
y se despertó
un largo calderón
anochecido, frío
y te encerró tras murallas de basalto.

Mi mano era una cálida pulsión celeste,
cincel que arremetía para aniquilar
al negro caporal de las cadenas, quise
echarlo a un precipicio donde nunca más.

Y luego te miraba
mas quedó en tus ojos,
de nuevo la cizaña y su maldito sabor,
cubrieron de cemento lo que tanto amaba,
pendiente en la cornisa tu fragilidad.

¿Que fue de tus albricias,
corazón dolor?

Yo quiero que en las cruces no haya clavos. 

¡Baila!

Abrazame desnuda
sobre el riel, Amor,
para que pase a nuestro lado
un carro y bese de nuevo nuestra piel.

Miremos las estrellas
que dibujan dioses,
y rompe la coraza
de tu caparazón.

DCCCLXXIX.- Frambuesas Forever



Nunca vuelve a recoger
del agua las mismas piedras,
la mano que sumergimos
en el helado caudal del río,
ni tampoco será el mismo
que viene bajando frío
o se pierde en el abismo.

Nada en realidad repite
su testaruda armonía:
un polluelo del nido corazón
como violín en su escondite,
al pulso del rojo tambor,
devuelve la sangre mía,
con el hierro que necesite.

Pero hay algo que no se va,
que siempre estuvo aquí,
un ojo invisible que habla,
la boca que te oye cantar,
la luna en su frenesí
o el sol que no miras nunca:
siempre andaremos por ahí.




27 de marzo de 2018

DCCCLXXVIII.- Alumbra



Una luz se abre paso y calculan
su espacio y su velocidad.
Mil fractales luminosos buscan
el signo vértigo de la oculta paz.

Yo recojo hojas secas y las guardo
en un bolsillo de palabras infinitas,
porque tengo en el alma lugares
que no tienen sonido ni color.

El abismo de todas las cosas
no se puede amarrar ni medir,
porque teje una araña inconclusa
y se pierde en un raro confín.

Lo que quiero explicar es que hay vida
donde nadie la puede encontrar,
un amor que no tiene medida,
una búsqueda eterna y me voy.

15 de marzo de 2018

DCCCLXXVII.- Perdón Juan Tenorio




Debe haber algunos tipos feministas,
a los que le han herido el amor propio
y se guardan la pena leyendo revistas,
se sientan a ver tele y fuman opio.

"No me hago preguntas y nunca dudo:
esas cosas no se le hacen a una mujer",
Mas flirtean con mujeres de cornudos:
"El viejo patriarcado ya va a desaparecer".

Pero yo tengo a gorilas y peludos amigotes,
que si saben que los cagan sufren mucho,
porque tienen una antena que detecta jotes:
se emputecen y lamentan pucho tras pucho.

Las mujeres feministas nunca dicen nada
si descubren que su amor les ha fallado,
se sonríen y festejan si les queda la cagada
y suben una selfie con su eterno enamorado.

Vida mía, Padre Eterno, Jesucristo redentor,
¿Por qué chucha fui altanero y orgulloso?
Este mundo no fue hecho para hablar de amor:
¡Soy romántico sexista, medieval y vergonzoso!

14 de marzo de 2018

DCCCLXXVI.- Borrón



Un día se me fueron alejando 
los amigos, los hermanos, los parientes,
los testigos fui dejado de lado
sin saber con quien hablar y penitente.

Hago cosas que no pienso ni predigo, 
digo cosas que probablemente no debí,
pero todos me conocen y me abrigo
en la esperanza de que sepan lo que fui.

No tengo nunca malas intenciones.
Me río de la vida y de mí mismo con humor,
pero estoy aquí rodeado de prisiones,
y no tengo las llaves para abrir el corazón.

¡Perdónenme, que estoy arrepentido!
No sé muy bien de qué, pero quiero volver
a sentir el oro grácil y sencillo
de la gente que me amaba antes de ayer.

7 de marzo de 2018

DCCCLXXV.- Melcocha


Cacha que ayer, después de la ducha,
hice la chancha y en la noche
cuando me eché con mi muchacha
en la covacha de bicho y cucaracha,
debajo de una colcha
y detrás de la casucha
que hay en la cancha
que está frente a un boliche,
pensaba en la desdicha
que en esta fecha
sentirá la Gordi Bache
con tanto cacho
y con la gente que la tacha
de rechoncha por comer anticucho
y salchicha, con tanta mala racha,
que por todo ese reproche
no debe estar muy chocha
con la piocha del guacho
que todavía le pincha,
y la copucha es que esa ficha
cuesta más que la concha
(sospecho que no sólo chauchas),
y no es para nada un cachivache
que se venda en un cambalache,
porque la antedicha tiene un broche
de oro que brilla como antorcha
y es puro derroche, sólo un chiche
para que el domingo se ponga la huincha
tricolor y se lo enganche con un pinche,
el rechuche su madre, fantoche
y contrahecho de derecha
que no escucha a la galucha
y que lleva un pantalón que no plancha
tan ancho y el paletó tan estrecho,
que parece una bombacha de peluche,
y al bajarse como flecha
de su porsche, atocha
a cada coche que cae en un bache
de una calle de Pancho,
o se agarra de las mechas
y hace tal berrinche,
que puro muestra la hilacha
y no lo aguacha ni su lacha
paliducha y facha, insatisfecha,
feúcha y pucha que es borracha
de tanta chicha que descorcha
y ponche en leche que pecha,
porque de todo le echa
la culpa al capucha que marcha
o al lonco mapuche que lucha,
y el macho cafiche de Pinocho
que debe haber leído a Nietszche
le puso la cincha
después de una mocha trucha,
para meterlo en la capacha
o enterrarlo en un estuche
y pa puro ponerse el parche
antes de la mancha
que le dejó un chinche
que le enroncha el buche;
pero el que siembra viento y escarcha
siempre tempestad cosecha,
porque le queda como poncho
lo que dice el dicho..
¡A la chucha!

1 de marzo de 2018

DCCCLXXIV- Cadáver Güenza



Según cuenta la leyenda, Pablo Honorato aún camina por las noches arrastrando cadenas rojas sobre los pasillos del tribunal de alzada capitalino, que entrevista a las estatuas de mármol mirando sus orejas, que ilumina su rostro de calavera con luces invisibles, que le grita a unos camarógrafos blancos que ya no están y que el eco desnudo y triste de su amarga voz da vueltas por las balaustradas, y se despide de los fantasmas que abrazan a Pablo Rodríguez, hasta que amanece y el guardia de palacio bosteza, abre las grandes puertas con su llave de bronce e ingresa nervioso el primer abogado de la mañana, para ir a anotarse en la pequeña oficina de la relatora y alegar cerca de las diez y media un recurso sin destino ante la segunda sala, donde espera dormido el reportero de la madrugada, con el micrófono apagado y el recuerdo de un viejo operativo que cubrió para el canal del angelito, con la policía civil.

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