14 de junio de 2019
MVIII.- Violintento
El orgullo perezoso y pomposo
de la fina alegoría contenta,
la más atenta animación que nos alegra
y nos avienta una mañana dispuestos
a dar al alba su precioso sustento
en un invento de lo onírico y triunfar,
alimentar el alma ajena de los seres,
participar en candorosas existencias
tan fugaces, tan sutiles, tan audaces
y perfectas en su rosa de pistilos fragantes:
yo quiero esa sustancia, la que brilla
la que sueño a través del cristal
de una pecera pordiosera perdida
en mi primera juventud de Independencia,
donde un antiguo caracol huía,
donde la vida se escondía de mí,
haciéndome creer que era infinito.
Yo fui feliz.
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