27 de octubre de 2010
DCLXVI.- Lamentonando
La curva se dibuja donde raras personas,
haciendo de la noche una fría estación,
negra comparsa:
abanico que en idioma de murciélagos
fuera llora y catarata para niños atados,
oh descansa.
La medida más vulgar de los inquietos afanes
fuera negra primavera que vivimos juntos.
Canta, mujer,
canta desde el hondo manto fúnebre de Dios
que perece o permanece en alegría purulenta.
Yo sabía que venía cabizbajo,
como extraña silbatina tocando puertas:
y gritaba porque no me encontraría,
que cerrara los ojos,
erguido detrás de mí,
la madre solitaria.
Porque está en el origen de la tierra yermo,
sanando paralíticos, mintiendo:
hace tanto tiempo que vivía en mí,
oscura plataforma escamosa.
Porque es parte del sistema de las cosas,
¿qué hago despierto, amante mía,
qué hago despierto?
8 de octubre de 2010
DCLXV.- El medio pique
Ayer hubo
un taco gigante
a la altura
de departamental.
Vi un
colectivo y un camión
volcados en
la ruta adelante
cuando venía
del trabajo,
y muertos
en la carretera.
Esta lloviendo. Ya son las
07:15
y Anticoi
Sudzuki no aparece.
De padre
mapuche y madre japonesa,
todas las
mañanas, a eso de las seis
llega en su
Toyota Yaris negro
hasta la
puerta de mi casa,
para
llevarme a Los Héroes
por dos mil
quinientos pesos.
Firmo,
apenas subo al colectivo,
una agenda vieja
que maneja
para anotar
las carreras diarias.
Pero son
las siete, estoy en la vereda
y le debo
el mes completo.
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