15 de diciembre de 2010

DCLXXII.- Timo


Necio tabernáculo del éxito:
láminas de plata con cencerros de cristal,
inigual,
el amaranto murallón ubérrimo
que nadie nunca pudo atravesar.

La primavera de los sueños niños,
que van haciendo lagartijas en el cielo:
pero yo sé que es sólo un fraude puerco.
No queda nadie en este mundo
sólo el mundo y yo.

Lo cavernícola pariente que pobló la tierra:
el amistoso convivir de flores,
de caminantes y dolores y cariño,
de nubes ángeles filosofo moral.

¿Pero han venido desde el vértigo peligro
nuestros amantes en el año de la luz?

Yo quiero ver un día hablándonos de nuevas vidas,
amistosas y prudentes como el Faro Pedro Dios,
donde se busquen las anémonas verdades:
en otro mundo la cantata seguirá.

9 de diciembre de 2010

DCLXXI.- Fischer 68



Si yo supiera que el bastión hecho de fuego,
el que separa mi prisión de las demás,
de las oscuras prisiones ajenas,
tiene compuertas cada diez o quince pasos;
si me rindiera sin alzar la voz
y cual Arquímedes absorto en su futuro invento
ignorase la llegada del soldado,
digo pretérito que no me conoce,
en la irrupción de la batalla del mundo,
todo un planeta iridiscente en mi ventana,
una clausura eternamente para mí
y sin aviso me llevara la muerte;
si lo supiera, de una vez y para siempre,
no podría seguir escribiendo.

Hay algo dentro que se llama herida furia,
una reyerta que hace días me atrapó
y confinado me ha tomado las manos,
para quitarme lo que tonto conseguí,
una casona donde corren niños
y el pueblo fétido en que vive la gente.


Yo ya no quiero ser el mismo nunca más.

22 de noviembre de 2010

DCLXX.- Que alguien vaya a dar explicaciones




Cierta cofradía de aterrados sumisos
barre con sus manos el pasillo cuando va,
ogro venerado, que no pide ni permiso.
Nada se le escapa cuando sabe la verdad.

Todo está entregado a su irrestricto papel
de peoneta, galleta, patrón y Rasputín.
Nadie sabe más que lo que dice sólo él
porque nunca se equivoca, ni lo puedes corregir.

Su juicio se alimenta de la negra delación,
de la furia y la vergüenza o de la burla cruel,
escondida y misteriosa, porque no hay perdón
para el hombre que le dijo la verdad más fiel.

Yo, que fui su amigo, descubrí que a veces
logra lo imposible porque tiene el poder:
se hace lo que dice pero no se le obedece.
Es el solitario semidiós del piso diez.

12 de noviembre de 2010

DCLXIX.- Aquiles Prevengo


Dígale, Señor, que no me busque
o que se calle,
si no quiere volar.

No radica mi certeza en la primera
calavera trabazón del alma:
porque nunca podré conocerme,
sino a la huella de mi Pienel Mar.

Labriegos que pisan
que borran y siegan
las mieses primorosas de mi fe.

Porque sigo caminando ciego:
si tuviera 9 ojos, me daría igual.

Y denuncio a la existencia humana:
todo es cáncer si lo dejas vivir.
La tarántula da miedo
porque está en la cama:
su mordida te despertará.

En resumen, digo fuerte y claro:
la paciencia se me está agotando.

Yo no soy el mismo tipo
ni siquiera menos cuando
mele pierde,
soy Pedrito Desarmando..

8 de noviembre de 2010

DCLXVIII.- Medio Cacho


Soy tan atractivo como un cojo:
tengo casa propia a la que ya no puedo entrar.
Cuesta de la cara casi un ojo,
pero si la vendo en algo habré de mejorar.

Vivo separado de los niños.
Son como un tesoro que he tenido que esconder,
salvo cuando vienen a mi casa:
todo se ilumina cuadro días al mes.

Debo tanta plata que mi sueldo,
fácil como llega, así de fácil se me va.
Cuatro días hace que pagaron:
y he pagado todo, y no me alcanza papagar.

Y es que la princesa desde tierna edad
quiere ser la reina sin el rey en el hogar.
Es lo que ha aprendido de su madre:
'Déjalo en la calle, porque sólo es el papá'.

Cambio celda vieja por balanza:
todo se termina y volverá la libertad.
Pierdo pero nunca la esperanza.
Vida que me cansa. ¡Todo tiene que cambiar!

3 de noviembre de 2010

DCLXVII.- Malo Grito Nunca Más

Voy ingente vida busca
bala música y pulmón:
un millón de lirios surcan
el espacio de mi voz.

Moro oprobio que consume:
ya no ejerce su papel
ni en el cálido perfume
de mi vieja, la niñez.

Que soy más, que soy alero,
trigo hueste y sigo luz:
puedo hacer de mí la fábula
en retina juventud.

No hay peñón de luna dura
ni basura que a mi piel
logre darle a la ternura
aquel aliento de ala cruel.

Mi refugio, cual hoguera
no se apagará jamás:
tibio canto de colmena
que me dice a mí "Papá".

27 de octubre de 2010

DCLXVI.- Lamentonando




La curva se dibuja donde raras personas,
haciendo de la noche una fría estación,
negra comparsa:
abanico que en idioma de murciélagos
fuera llora y catarata para niños atados,
oh descansa.

La medida más vulgar de los inquietos afanes
fuera negra primavera que vivimos juntos.
Canta, mujer,
canta desde el hondo manto fúnebre de Dios
que perece o permanece en alegría purulenta.

Yo sabía que venía cabizbajo,
como extraña silbatina tocando puertas:
y gritaba porque no me encontraría,
que cerrara los ojos,
erguido detrás de mí,
la madre solitaria.

Porque está en el origen de la tierra yermo,
sanando paralíticos, mintiendo:
hace tanto tiempo que vivía en mí,
oscura plataforma escamosa.

Porque es parte del sistema de las cosas,
¿qué hago despierto, amante mía,
qué hago despierto?

8 de octubre de 2010

DCLXV.- El medio pique


Ayer hubo un taco gigante
a la altura de departamental.
Vi un colectivo y un camión
volcados en la ruta adelante
cuando venía del trabajo,
y muertos en la carretera.

Esta lloviendo. Ya son las 07:15
y Anticoi Sudzuki no aparece.
De padre mapuche y madre japonesa,
todas las mañanas, a eso de las seis
llega en su Toyota Yaris negro
hasta la puerta de mi casa,
para llevarme a Los Héroes
por dos mil quinientos pesos.

Firmo, apenas subo al colectivo,
una agenda vieja que maneja
para anotar las carreras diarias.

Pero son las siete, estoy en la vereda
y le debo el mes completo.

26 de julio de 2010

DCLXIV.- Bien Familiar



Nunca me llamó
más de una vez,
salvo el 19
de cada mes.

Nunca me dio un beso
más enamorado
que en los blancos pasillos
del supermercado.

Cauta se libró
(pero sólo de mí).
Poco le importó:
por eso me fui.

¡Ella, que me fue!
(nunca de verdad):
¡Yo, que le compré!
(hasta la mitad).

20 de julio de 2010

DCLXIII.- Cuculí Blue





El mejor de los ejemplos posibles
para dar noticia exacta de la dicha,
es la ingente propulsión de mi sonrisa
y del mundo en el que quiero vivir.

Ha llegado hasta mi noche adversa,
cabecita de rosados y caricia,
la daniña macarena mas propicia,
su bandera tiene vida y tricolor.

Debería contener mis serpentinas,
en ahorro para un tiempo sin rubor.
La prudencia me aconseja y me asesina:
yo prefiero darlo todo por el viento motor.

El amor no es el bullicio de la esquina,
pero es eso lo que llena el corazon:
una guerra de trompetas que jamás se desafina
y que por eso tiene beso como queso y coliflor.

19 de julio de 2010

DCLXII.- Reviví Pop


En el alma de la furia viven lágrimas,
viven ángeles y viejos tamarugos
que se apiadan de mi celo
por ser cada vez más justo,
por vivir la vida pura dignamente,
y tener junto a la puerta mi bastón.

Yo quería ser el grande comandante
de una recia madre nave
por el cielo y en el valle
abrigar una esperanza inclaudicable,
pero nunca hubo una tierra
prometida tras el mar,
y a mi paso por la calle
se encalló la soledad.

¿Qué más?

Ahora que puedo disfrutar el trigo dulce
de la prole y de la bella caminata pueril,
me lo vedan por amar y no rendirme jamás:
soy el loco que se esconde
bajo el quid de los faroles,
el insano y peligroso que destruye su hogar.

¿Qué haré?

Yo no quiero ser de nuevo Cuculí:
ese espasmo de agua trilce
que lloraba dando tumbos,
ya se ha muerto irremisiblemente,
porque nada que haya dicho se cumplió.

Hay un nuevo cascarón
sobre la vieja enramada,
un polluelo de vigor
en sangre dulce y delicada.
Hombre libre que ha parido el amor:
se llama Pedro Aravena Arriagada.

5 de julio de 2010

DCLXI.- La Mayor



Yendo transcurrida la mitad del camino,
miro hacia adelante y lo que puedo ver
es una vereda que me lleva a la noche,
larga como larga es la que ya caminé.

Justo en el instante en que creí extraviada
frágil la belleza de mi tierna juventud,
tocan a la puerta tan de madrugada,
casi que no supe que venías tu.

Mínima, sencilla y caminando leve,
tal como la vida que si viene, va
dando a cada paso un escalón que tiene
el mismo perfume de la libertad.

Niegan mis amigos este sueño loco:
"Déjate de bromas que ya no es tu edad:
sigue tu camino que te queda poco.
Viejo, peregrino, deja para los demás".

Pero no los oigo porque nada dicen:
lucen cicatrices sin querer sangrar,
mueren años antes de parir la dicha:
lloran en la playa sin tocar el mar.

Canta, puro trino, ni te pongas triste:
hay una distancia que no tiene valor.
Eras mi destino pero te escondiste.
Todos somos niños cuando llega el amor.

1 de julio de 2010

DCLX.- Letargonauta



Me sumerjo irreverente
en el abismo de este sueño
que no tiene lar ni dueño
y que nos hace bostezar.

No quería remecerla,
tan sumida en su belleza
y me acaricia un brillo perla,
en delicado ajuar, su pieza.

La sencilla y perezosa
macarena dormilona,
que no quiere ni por nada
en este mundo despertar.

Va desnuda y secuestrada
entre la sábana y la lona:
me recuerda levemente
a la quietud del mar.

26 de junio de 2010

DCLIX.- Amiga Fábula


Vivo vil navego entre tinieblas,
pero nadie puede amarte como yo,
porque saco de mi bolso solo piedras
y entre piedras amanezco para ti.

Hago fértil un almácigo en mi terca prisión,
lo decoro con su flor de mediodía.
No merezco ser llamado lo perfecto venir,
pero digo lo que siento, yo pariendo.

De mi niña cautivante,
mi delicia calamar,
mi genuina redención,
mi fantasía.

Mi primera ensoñación,
mi alegoría mayor
y mi hermoso tricolor: si digo amar,
navega toda la pulsión de mi alma.

Giro concierto trepidar
de niño y pájaro cabal.

Soy melodía.

DCLVIII.- Concierto Febril



Daría lo que fuese por estar un día allí
atento a cada pausa que me dé tu vuelo,
naciendo nuevamente para ser de ti,
instando alegremente por sentir el fuego:
torrente subyugante y niño colibrí
-zig zag de melodioso trepidar aventurero-
abriendo el aire trino como un Cuculí.

Mitad sueño de locos y mitad de cuerdos:
adentro de las almas todo es frenesí,
camino inexorable para un cielo abierto,
amigo de la fértil realidad pueril
rayana en la locura del amor que siento
en este instante lúdico. Un ferrocarril,
no sé donde me lleva, pero estoy contento:
allí donde nos deje empezaré a vivir.

16 de junio de 2010

DCLVII.- Frenética Absorción Irremisible


Esa fábula me impulsa hacia otro fuego
cual imán alimentando una viruta,
o los pétalos traídos por el largo viento
a la espiral desesperada y desnuda.

Todo lo que existe me succiona,
me arrebata bruscamente del entorno:
su alevosa propulsión que abraza,
me abandona en el capullo de sus manos.

¿Cómo he de evitar esta fluencia?
¿Es que dónde moran brazos aleteando al escapar,
si no existe la energía suficiente
ni deseo retenerme a su canícula pulsar?

¡No me estreches aterido en este mundo!
Ni permitas que mi terco paso pierda su huracán,
porque ya no quiero estar entre su vulgo.
Sólo suéltame y despídeme que ya no volveré.

6 de junio de 2010

DCLVI.- Cientos de palomas en la boca


Allí donde me vaya vive Lágrimanuel:
su rosa ponzoñosa que, adherida a la roca,
camina entre la frágil fina umbría celeste,
delicia que amanece y que perfora sin hablar.

Carezco de sutiles aparatos para ver:
elevo yo las manos aguerrido contra el viento.
Mi mundo se ha poblado de canciones que no oigo,
y todo lo que toco se deshace en el papel.

Podría dedicarme, cancerbero de la noche,
a enviar endecasílabos febriles por el mar,
millones de botellas arrojadas a la playa,
argollas de cuestiones que jamás responderás.

Prefiero contenerme en un océano tributo,
amando y recogiendo, cual pelícano gigante
terrones de calipso prohibido, para darte
la fábula soñada, que no quiero despertar.

2 de junio de 2010

DCLV.- La Novena


Soy el que sigo a cada instante contigo:
lo digo -incluso- cuando ya no estas,
porque yo sé que nuevamente volverás
para saber de aquellas cosas hermosas;
lo que nos gusta compartir unidos.

¿Y qué será de mí y de ti después,
en lo que quede de nosotros entonces?
¿Cómo podré yo arrebatarle a la dicha
tan sólo un poco de lo mágico y sublime?

Me he dado cuenta que en silencio te despides,
que ya te vas porque no hay nada que hacer.
por el camino que prefiero lentamente,
para que el fuego de la furia no se encienda
ningún papel ni se levante el mar,
para que todo nos parezca obvio,
porque no tiene ya sentido tocarnos,
ni la mirada que hace meses reía,
ni los febriles vericuetos de la angustia:
todo ha quedado amordazado y se acaba.

El más genial de los maestros era sordo,
la caminata inolvidable del horror,
la vida misma lleva muertos en el vientre,
y se consume y se consuma sin sentido del humor.

15 de marzo de 2010

DCLIV.- Palo Santo


Peligra el alma y la misión, la descendencia.
Se muere casi como sin pedir al gran orgullo honor,
y no hallo puertas,
ni una razón para querer morir.

Yo necesito un buen amor.
Yo sin escombros,
ni la materia prima culpa
para el arte de la miel.

Yo fui carnada,
fui de la puta, de la madre
y de la gran mujer,
que me embaucó posando lenta su mirada.

Y me entregué creyendo iluso
que era puro placer
o casi nada.

Si usted va a darme por amor su mano,
si va a entregarme el repertorio de sus cuentas,
al pasadizo muy atentas,
y al pasar por caridad nos perdonamos:
en la señal de la melantropía.

Si usted va a ser de mí por largos días,
yo le encarezco que se cuide de mí,
que no me prive del cariño que merezco,
y que se ocupe de larvar su dicha
sin otra esquela que la música cubierta,
con el valor de las ventanas abiertas.

Y ya no quiero un buen amor que me convierta,
pues necesito que me quiera sólo yo,
para que no haya desamor, y ya no duela
la repentina migración de nuestro adiós.

13 de marzo de 2010

DCLIII.- Navegabundo



No tengo lar ni sitio alguno en este mundo:
voy destinado para siempre a vagar,
huyendo cáustico de aquello que busco,
de lo que encuentro extraño en cada lugar.

Con unos ganchos me sacaron del útero
y una mañana de mi nido me fugué hacia el mar,
donde no tuve casa, cama ni refugio
y sigo entonces dando vueltas sin parar.

Una alambrada me separa de tu playa
y su contorno me seduce por su forma peculiar,
que me tapa la boca, pero no me calla
y cada grillo en un tobillo que me obliga a nadar.

Si te encontré fue por algún motivo.
Si te perdí fue un par de meses, nada más.
Ya me verás, te seguiré conforme siga vivo.
No nací para quedarme a ver la vida pasar.

DCLII.- Psicodelicolor





Yo venía caminando un día
y descubrí el extraño estruendo de las cosas:
el arrebato, la micción, la guía,
la primordial satisfacción de los conflictos.

Es algo raro. Lo pensé y lo quise,
lo desplegué sobre la mesa y lo observé.
Había grandes espectáculos de furia,
y los quinientos cigarrillos que jamás fumé.

Es la primera algarabía que olvidamos:
porque nacimos y perdimos el sopor,
que nos hicimos levemente humanos:
sólo la muerte nos acerca su comedia de pavor.

Yo me alejé. Sí, me alejé. Es terrible.
Me voy diciendo que no quiero navegar en soledad.
Y necesito tu preciosa compañía.
Estoy muriendo lentamente sin hallar la paz.

Pero me alegran los enjambres y las sillas,
le añaden cierta tempestad de buen humor
a la presencia irreverente del vacío.
Me gusta todo lo que tiene calor.

10 de marzo de 2010

DCLI.- El Prohibido


Quería darme por entero y sin apuro.
Debió saberlo porque soy jilguero:
"Tú te pareces un poquito a mi papá,
a un arrebato para lágrima y conjuro",
pero se acaba la belleza y en enero
tenía tiempo de volar una vez más.

Al niño vértigo desnudo vil agreste,
un atractivo revulsivo para diosas,
la primavera lo vistió de bailarín.
La residencia de una mágica celeste
que navegaba en la comarca luminosa,
lo bautizó para la historia Cuculí.

Yo sólo fui la travesura del verano
o alguna amarga golosina impertinente:
lo que la gente no merece conocer.
Aquel anónimo amoroso tan lejano,
que se prestó sincero loco y diferente
para otro sueño peregrino de mujer.

7 de marzo de 2010

DCL.- La Cantinela




Es el arcón de tu penar cansino
lo que va a hacer de mi existencia fieltro,
algo que fuera de tu ser, o adentro
ve la primera explicación de lo pavor.

Lo ruiseñor, la melodía mayor:
misericorde tabernáculo primera,
fue la agridulce temeraria placentera
y, no mejor que la figura, fue pincel.

Seré el primero en descubrir su playa,
la maravilla caminándome, la piel:
un alcornoque delirante vi cayendo.
Para ser alma, clavo, palma: reprimí.

Si no te dije la verdad, lo siento.
Y nunca creas lo que leas: te mentí.
No existe nadie que nos sea honesto.
La verdadera vida queda más allá.

4 de marzo de 2010

DCXLIX.- Lonely Pop


Son pequeñas las fortunas de los diez sobrevivientes
y tan frágil la certeza de la diosa del amor.
Era el último verano que estuvimos juntos
en el alma desbordada de la mínima flor.

La canica azul, a más de treinta mil por hora,
da sus pasos despiadados, dando vueltas
bajo el manto de la mar, por un segundo,
y para siempre en un temblor sobre la tierra.

Me reparte entre la pampa y el candil,
mucho dinero con un ojo de papel,
al que yo puedo renunciar si quiero
por no vivir en soledad, sin rumbo.

Y saco todas las corbatas de la casa,
y las arrojo indiferente sobre el incinerador:
y doy a cambio este vivir lo que me pasa
para volver a desplegarme en otro mundo mejor.

25 de febrero de 2010

DCXLVIII.- Demasiado bella para serafín


Ridículo, pendiente de ella.
Querella que no tiene fin.
Afínala, que no se nota:
remota villa Hamelín.

De cuando se llevó a la rata,
a pata con el corazón.
Razona lo que no le miente:
presiente que la traicionó.

Arícaro cayendo cuervos.
Recuerdo lo que pudo ser:
nacer, a ser de contrabando,
amando a la mejor mujer.

Risueña, tan escurridiza,
hechiza de calibre diez:
la diestra me tomo la mano,
su hermano me lavó los pies.

23 de febrero de 2010

DCXLVII.- No puedo vértigo


Se juró la vida entera por un día,
y la amó durante tanto tiempo,
como un lirio festejaba su belleza,
cual antónimo de todas las palabras,
ni iracundo o repelente, ni procaz,
defendiendo su presencia en este mundo,
cariñoso y generoso con la gente,
diminuto y cabizbajo al caminar.

Reconozco que me entrego demasiado,
que no dejo alternativa a aquel intenso adiós,
y mi mágica ternura no concibe otra distancia
que conmigo, yo contigo, y sólo tú.

Pero -qué le voy a hacer- me falta
un espacio desplegado en mi remota niñez,
la completa redención que lleva al alma
a la esfera de su plácida preñez.

Por eso juro yo la vida pertinaz,
por eso amé la delicada tibieza,
y desde niño me he rendido inexorablemente
a la poética tensión de lo deforme,
al espectáculo perfecto de la luz,
y ya no puedo resignarme a tu silencio,
porque comprendo que mi voz te atrapa,
pero no queda más remedio que escapar.

16 de febrero de 2010

DCXLVI.- Desamorbo


Su sombra me ilumina y no me da calor.
El alma se me funde como un haz de iones:
el odio que se esfuerza por decir amor
es la máquina perversa de parir canciones.

Huye sin destino lo que no se detendrá
en la curva que describe carroñera la rata.
No hay otro veneno, dulce y más eficaz:
sangra caudaloso pero no me mata.

Puta mi alegría, llegarás de madrugada.
Sordamente nubla esa velada tu soroche,
suave como suave es la medusa envenenada,
en la hora más oscura de la noche.

6 de febrero de 2010

DCXLV.- Huevón Line


Yo soy de esas personas
que viven conectadas,
y nadie ya me importa,
que no me importa nada.

De niño era un carajo,
leyendo distraído,
oyendo escarabajos
o haciendo sinsentidos.

El tiempo no pasaba,
mi mundo era un abismo,
la gente no importaba,
y ahora da lo mismo.

Escribo estupideces,
converso con las manos,
me aburro de los jueces
e ignoro a mis hermanos.

Seguro algo me falla,
me dio la garrotera.
"Pedrito, anda a la playa,
y deja esa tontera".

El día va a llegar,
el gran Armagedón,
y yo en mi celular
oyendo una canción.

5 de febrero de 2010

DCXLIV.- Los Platos Rotos


Cómo quisiera despedirme para siempre
y ser por fin aquel que da ese paso.
Lo que se piensa demasiado no se siente
y deja cartas destinadas al ocaso.

Pero me cuesta tanto todo demasiado,
que no he sabido renunciar ni perecer:
por eso quiero abandonar desesperado
y nunca más mirar atrás otra vez.

Ahora me voy con el silencio a cuestas,
con un tesoro delicado en la piel,
con lo soñado caminando y solo resta
decir adiós para dejar de querer.

Porque ella toca con su mano las almas,
y mi alma llora sin poderla consolar,
que la quisiera ver unida a mi pasado
o ser amado pero ya no hay más.

4 de febrero de 2010

DCXLIII.- Tarde para nosotros


Hubo noches en que uníamos mi voz, su sueño
y la mística aventura en un fulgor común,
que se hacía de nosotros cual si fuera el dueño
del latido despiadado que era nuestra luz.

Desnudándome impaciente por llevar un solo trozo
de frugal austeridad a su misionera risa,
cual relámpago de cálido vigor parsimonioso,
se prendía de mi vértigo vapor sin prisa.

Ahora ignoro realmente si será infinito.
Por de pronto me conformo con que siga un poco más
su calor y su naufragio en el lugar que habito,
como extraño y misterioso desamor voraz.

3 de febrero de 2010

DCXLII.- La Mosquita Muerta




Yo creía que el amor es como un juego,
que bastaba con tecitos y pan duro:
las manitos llevan cuentas de los credos;
las pisadas, de miradas y te juros.

Pero todo es como lágrimas de greda,
que se han dado cresta y media contra el muro:
quien te siente más te miente, que algo queda,
y se fuma tus besitos como un puro.

Lo peor de esta comparsa es que no pueda
detenerse, porque sigue con el nudo.
No está muerta. Lo que pasa es que se pega
como un alma enamorada dando jugo.

Esta noche se bendicen las candelas,
por llenar de vida ajena y luz del mundo
a los santos, con la vela que nos quema.
¡Mi animita sigue dándose de tumbos!

2 de febrero de 2010

DCXLI.- Amanesíntoma


No hay un mecanismo comprobado
que nos permita conciliar el sueño
cuando ya luego de las cuatro y media,
no se halla nada que nos haga dormir.

Y se pretende convivir entre paredes
o destinar dinero nuevo a la crianza,
por abrochar cada proyecto con el fuego del destino
y cultivar, domesticar, pertenecer.

Si los que no saben amar son los que cantan,
los que se sientan en la iglesia, se levantan
cada domingo por la tarde de la mesa,
y van amando sin siquiera despertar.

La noche es nuestra, y la hacen los sueños.
.
Por respirar cuando no hay nada por delante
o amanacer en el invierno de la luz
y andar el día loco péndulo razante,
indiferente como viene el mar.

No se ha creado todavía la sutura,
su lacre blanco no nos deja de sangrar,
y corre vértebra de látigo maléfico siniestra,
a la palestra caminando y capilar.

30 de enero de 2010

DCXL.- Me Aburrí Pop



Yo no soy cualquier huevá.
Mamá, lo siento.
En el fondo de mis tripas
digo siempre lo que Soy.

Porque tengo una campana
y cuatromil quinientas
ecuaciones y funciones
en mi forma de querer.

Y a la hora de la cena,
cabisbajo solo rezo.
Si no rezo, le hago gestos
con la amígdala a tus pies.

Ya ves.

Junto al plato voy dejando
cuesco, pepa, cada hollejo:
yo me limpio los bigotes
con la mano y el mantel.

Yo no soy cualquier idiota,
porque pienso.
Y me voy por el camino
de borrachos, al burdel.

Donde nadie me hace caso
y aprovecho,
en la barra, le converso
a la mejor mujer.

¡Mujer!

Considera por al menos
un instante
el papel que en este mundo
me toco desempeñar.

Yo no digo que me mires
a los ojos,
pero exijo que te fijes
en el hijo que hay en mí.

¡Por mí!

Se han abierto los estadios
y las plazas,
han compuesto sinfonías
y mesías para mí.

Yo no soy cualquier idiota.
Insisto.
Por si vas a hacer conmigo
objeto de tu voluntad.

Te recuerdo
que por algo existo.
Allá al fondo de mí mismo
está toda la Humanidad.

29 de enero de 2010

DCXXXIX.- Ciento cuarenta y cuatromil.




Que lo de todos sea de nadie
y que sin esperar se den,
o reciban los que entregan
lo mejor y un poco más,
pues si tengo la fortuna
inesperada de tener,
no es mi culpa y me rebelo
a la arrogancia de envidiar.

Yo quiero ser también
alado un angelito,
que lleve especies a rincones
donde nunca fue el sabor,
y en amigable riachuelo
de canciones, bendito
traiga a todos un consuelo
y que no exista el cazador.

Pero me habitan
los demonios en el alma,
que se despiertan cuando grita
nauseabunda la traición,
con el claro desparpajo
de rateros que se escapan,
y anda pérfida, ladina
y dice “Tengo la razón”.

Una mañana sin aviso
habrá un ejército en tu casa
y en mi casa y en las casas
de los hijos que vendrán:
pedirán de cada uno
los mendrugos que nos queden
y se irán con los que llenen
de perdón el corazón.

16 de enero de 2010

DCXXXVIII.- Mi Hermanita


Ella me dejó soñar su canto enamorado,
sin hablarme, en un comienzo, del pecado de soñar:
comparando su futuro y mi pasado
con la entraña numinosa y fugitiva del mar.

Una tarde de septiembre dijo toda la Verdad
y, perdido en su delicia, me volví su hermano:
¡Que por fin en este mundo se haga Su Voluntad!
Desde entonces fue un amor cristiano.

Que Jesús tenía un clavo en las dos manos
y por amor se sumergió en el mundo,
para ser incluso amigo de paganos.
¡Me enseñó la Creación en un segundo!

Pero, tal como llegó, de pronto desapareció
y ese loco, bello amor cambio de signo.
Su Cantar de los Cantares una noche calló,
y me quedé con la Primera de Corintios.

14 de enero de 2010

DCXXXVII.- Lamá Sabactaní


Vendríamos por fin todos aquellos
que existan y persistan o confíen:
ayer será mi impávida la noche,
hablándonos amigos de los sueños.

Mañana se hizo demasiado tarde
y fueron escondiendo sin derecho
mis manos, abrigándonos el pecho
y el alma peregrina los cobardes.

Yo sigo yendo casi como siempre,
buscando su mirada en el Salón:
mi vida despedida entre la gente,
y un día descubrí que sólo yo.

Que ya no somos más que casi nada.
¡Hermanos, he venido por amor!
La mano que me trajo está callada,
y todo, al consumarse, comenzó.

12 de enero de 2010

DCXXXVI.- Divinalegoría Póstuma


Escribe un personaje de la pobre oscuridad,
que inelegante,
etermitente,
peor amando que dejándose querer;
fue abandonado a la pletórica pasión,
tan generoso.

Obra suponiendo que no hay nada que perder:
prefiere nubes
y cormoranes,
o todo un gran inmenso mundo de presencias semejantes,
soledades,
que halló la hermosa y viva dádiva que un día recibió
y le consoló:
que fue con ella lo que nunca pudo ser jamás,
y se marchó.

Y ahora que vengo yo leyendo su bitácora de gran dolor,
tuve el valor
y la entereza de acercarme a él
para saber,
sin mucha fe,
pero conciente de las sombras que le habitan el alma
o las prisiones
que no perdonan ni lo dejan escapar,
si esa paloma,
la más plebeya de las rígidas princesas,
el oro escombro que se encuentra repartido
en los arroyos y placeres del edén;
qué fue de aquella humilde lámpara de púrpura frecuente,
indiferente,
tan repentina que llegó y partió,
pero dejó su intensa, dulce y diametral felicidad constante.

Yo fui su amante.

8 de enero de 2010

DCXXXV.- Evaporarte


Porque sigo como un dios, perfecto y saludable:
la certeza y la razón se reproducen en mi sangre.
Y en lugar de estar en cama, me levanto y anudo
la corbata, mis zapatos, mi sonrisa y salgo.

Mas quisiera por la noche de una vez enfermarme,
irremediable y sin aviso para siempre de algo.
Contraer una dolencia de incurable corrosión
en aquello que abastece de alimento a cuanto valgo.

“¡Pero, cómo se te ocurre, querer eso, pobre idiota!
¿Es que no te gusta ser o disfrutar del todo tú?
¿Te parece que la vida es una necia copa rota,
que es mejor a la conciencia no cuidar de la salud?”.

“Hay millones de postrados miserables que darían
cuanto tienen por gozar en un segundo de tu paz
y que sólo por vivir un breve instante de tus días
venderán hasta el alma, por aquello que tu das".

“El vigor de tu confianza melancólica es un fraude
La presencia de la ciencia negligencia es la da
a esa cómoda existencia que desprecias y que arde,
un sabor de soñador, de perdedor y soledad”.

Por dejar de estar tan vivo entre la espesa gruesa muerte,
por hallar el privilegio y no volverme a enamorar,
yo quisiera se ajeno cual museo para el arte.
Cabizbajo, sin sentido, arrepentido y claudicar.

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