30 de junio de 2009

DLXXVII.- Todas las palomas en el aire



Va la estrella fugaz bajo el mar del mundo,
unida a un relámpago de luces candorosas,
sigue sin detenerse, luciérnaga su rumbo,
como la más hilarante floración de las mariposas.

Como el ángel que desnudo y formidable remece
al ramal de hojas secas que quiere seguirla,
inalcanzable y rubicunda para todo el que la viese,
pues de toda mano escapa y toda trampa birla.

Se va la morena cometa que es colora inextricable:
y la siguen las voces y la buscan los peces.
Que la alcancen las gotas resulta improbable
que la toquen mis besos, sólo a veces, sólo a veces...

DLXXVI.- Valparabeso


Amor, necesitaba dar contigo yo ayer,
dormir entre tus mínimas curiosas almohadas,
hacer de nuestra vida un par de niños, volver
al viejo patio sueño, pero no. ¿Tú dónde estabas?

Abriose por completo el majestuoso pan maduro:
tenía entre mis ojos la compleja luz de miel,
pero algo pretendía de tu ser para el futuro.
La vía nos unía pero no era el mismo tren.

Yo hubiera preferido el juramento hasta la muerte,
un himno para hippies sin estrofas ni final,
mas tuve que vivir y procrear sin conocerte,
hacer ese trabajo de estropajo y de fiscal.

Es hora que te vengas a morir conmigo,
notable aparecida de mi vida cobarde,
decir junto a mi boca lo que siempre digo:
jamás para nosotros será demasiado tarde.

26 de junio de 2009

DLXXV.- No podía estar ausente


Yo tenía un pantalón casi amarillo
que sacaba los 18 de septiembre,
ajustados sobre cada tobillo,
por causar cierto revuelo entre la gente.

Calcetines medio sucios del colegio,
mocasines algo rotos y en la escuela
los lucía ante un espejo como el regio
blanco y negro con dos hoyos en la suela.

Todo un genio de la danza popular:
niño prodigio que cantaba casi inglés
y que podía hacer el paso lunar
sin tropezar ni confundirme con los pies.

Y yo hasta ayer seguí creyendo que era el mismo
y que aun podía sorprender a mis fans
con un postrero truco loco de escapismo
pero ese niño ilusionista ya no está.

23 de junio de 2009

DLXXIV.- ¡Grande, Peter!



Si no soportas la maldita soledad de la rutina,
el Indicado será buena compañía laboral
y cuando ya no tengas ganas de venir a la oficina,
el Indicado cubre todo pues le gusta trabajar.

El Indicado es la completa garantía
en cumplimiento de las metas para todos los demás,
es el pivote sobre el cual este modelo camina,
que el peor organigrama en él parece funcionar.

Porque jamás le dice no al trabajo,
en él descansa la pereza del inepto personal,
y amablemente ayuda alegre como fiel escarabajo
a cada zángano que vive de la miel de este panal.

Pero se va, ¡Qué desleal! ¡Qué pronto!
Acaso no era el Indicado porque ya se fundió,
se nos irá y nos dejará en agosto:
habrá que dar con otro tonto que nos haga el favor.

Porque Indicado puede ser cualquiera:
con uno basta para hacer que marche fenomenal.
Si sólo encuentro a quien nos haga nuevamente la pega,
he de salir mañana mismo al mediodía a vitrinear.

22 de junio de 2009

DLXXIII.- Carolín Cacao



¡Yo ya no quiérome seguir haciendo daño!
Yo ya no quiero, yo ya no quiero
que nunca siéndolo de nadie compañero
tan solitario, ni todo el año.

Ahora que el día de las aves ha llegado,
libera música nativa y merodea,
pero detiene mi palanca por el mundo
y gelatina de placer con lo que queda.

Tu colorada precavida matrimonio,
por el dinero debería dar el sí.
Ajuar amándolo carita de microbio
y traicionándolo mirábalo mentir.

Mi pajarito que ya nunca se descuida,
acaba el día y todavía tiene sed
y así con toda golondrina cuculina,
así la Marta, la María, la José.

19 de junio de 2009

DLXXII.- Ñam Ñam


Antes que me haga viejo.
quiero alimentarme de ti,
de tu carne y tu pellejo
de tu cuello y tu pernil.

Fabricar dos mamaderas
con cada exquisito pezón
y dos hormas verdaderas
con los cuescos del talón.

Quiero comerte calata
con cuchillo y tenedor,
saborearte hasta con bata
desde el baño al comedor.

Con tu ombligo haré la chapa
de mi puerta y con tu piel
la cubierta de mi capa.
¡Juro que te comeré!

Quiero comerte completa
desde el suelo al occipucio
y dejar la puerta abierta
con el plato entero sucio.

Voy a hacer de tus costillas
diecisiete mondadientes,
veinticinco mil cerillas
y una caja reluciente.

De tus hombros, una percha;
de tus ojos, un collar
y tu sangre en una alberca
para nadar y nadar.

16 de junio de 2009

DLXXI.- Las visitas


Los niños aparecen cada quince días,
con el alma consagrada al festival de las urgencias:
que la papa, la pelota y la mitad de mi vida
dedicada como siervo al vendaval de la impaciencia.

El domingo fui con ellos al paseo de la infancia,
al espléndido escenario, a caminar Valparaíso,
levantando ante sus ojos espectáculo y fragancia:
olvidé las detenciones de imputados y los juicios.

En el brillo de sus ojos aparecen melodías
y regreso a la primera eternidad de la abundancia,
cuando lloran y pelean, cuando llenos de alegría
me reciben dando gracias sin dolor ni petulancia.

La semana en la oficina no termina todavía:
miro a jueces y carpetas con total indiferencia,
porque el sábado se llena de juguetes y caricias
y de noche se me duermen sin angustia ni carencias.

Yo querría que esta fábula se diera con frecuencia,
siete noches, doce meses, que la luna fuera mía,
pero debo comprender la realidad con su violencia:
no soy más que la mitad de la naranja que los cría.

DLXX.- Lo que sea su voluntá


Pa cantar un agreste solito,
ya tengo la vigüela afiná:
un poema elegante, bonito
y la lluvia desperdigá.

Desperdigada, sí,
por el asfalto:
agüita que viene helá,
cuando le canto.

Me subo a la veintidós,
en el Membrillo
y justo en Sotomayor,
el estribillo.

El estribillo sí,
puras mentiras
lloro, como un tenor
y ella me mira.

No me distraiga, amor,
vaya tranquila.

15 de junio de 2009

DLXIX.- Blanco 328



Este barrio tiene clara mala fama:
a las ocho no anda nadie por la plaza,
mis vecinos van y vuelven de la cana,
pero ya no me reciben en la casa.

Retomé ya con mi gran amigo viejo
ese largo conversar de los noventa,
cuando el vano sonreír frente al espejo
me llamaba y me esperaba en la puerta.

Hoy retardo lo más que puedo
el momento de la cama abandonada:
mis zapatos agotados se duermen
en la lenta cabalgata de la noche.

Hago ruido con la bolsa de basura,
cuelgo fotos de los niños abrazados,
busco gente que llamar y nunca llamo:
una esfera de silencio me comprime.

Es hermoso en realidad este piso blanco,
construido hace cien años para mí,
para ver mi soledad que se desnuda
y se acuesta sin decir hasta mañana.

13 de junio de 2009

DLXVIII.- Nahuarima




Cual rugosa diosa amena peregrina,
ella viene de repente a visitarme:
cicatriz que no se borra de la orina,
peligrosa meretriz y mal gendarme.

Porque dicen que al amar la vida rima,
como fina musa anima y partidaria del desarme,
por el viejo azul sendero hacia la cima:
ahora todo el mundo quiere regalarme.

Soy honesto por vivir una mentira,
porque tengo hipotecada hasta la sangre
a la cana que me paga y que me mira.
¡Yo no tengo cómo mierda relajarme!

Mi desgracia es un amparo que camina
largos años de piadoso arrepentirme,
pero sé que todo cambia como el clima:
sólo debo persistir bendito y firme.

12 de junio de 2009

DLXVII.- Elefantasía




Porque somos algodón para paisajes delicados,
hay poquísima distancia entre nosotros dos:
un espacio diminuto, que no cuenta demasiado,
donde no tiene sentido la palabra adiós.

El Imperio de los Años nos pidió una tregua
y se supone que nacimos al firmar la paz,
en el lapso de segundos, un millón de leguas
o fractales infinitos para la posteridad.

La presencia de los mares ya no me intimida
y el desierto o los volcanes nos acercan más,
hacia el Ángel de los Sueños que al amar te cuida
y el instante en que dormidos nos cubrió la Eternidad.

9 de junio de 2009

DLXVI.- Las vuelvo locas


Me dio un ataque de sopor indescriptible:
no hallaba el método seguro para dar
con su período orbital: me fue imposible.
La tuve cerca pero nunca en mi lugar.

Porque se ha ido sin dejar sobre la mesa
ningún papel que me dijera cuánto daño
o cuánta falta estaba haciéndole con esa
pueril ausencia que me sigue largos años.

No entiendo bien, si es algo malo en mi cabeza
o si las locas golondrinas sean mi debilidad,
pero un estúpido fulgor las atraviesa
y aunque vayamos de la mano nuestro amor perecerá.

Se acabará como terminan las guerras
que nadie gana, porque mueren igual
los dos ejércitos, cuando uno se aferra
a la esperanza de otra vida hasta el final.

8 de junio de 2009

DLXV.- Cruz Minerva Pacha Maya


Hay sin duda una mujer detrás de todo,
una trágica y vetusta que, vestida de glaciares,
considera la verdad entre marionetas.
Es voluntad que luna escapa y no aparece.

Se acumulan hijos suyos en las calles
y florecen setas en lo paraderos.
Va llenándose de mar su leche tibia
y la tribal que llora mal le pertenece.

Es el tiempo de cantar en los recreos
la semblanza y de quitar su velo mantra,
de apagar la realidad para que luzca:
faro ignoto exoplaneta a la distancia.

Cual escualo busco presa entre sus tetas
y una virgen sueña miel magníficat
en los muñones de ese pobre niño ciego:
todo esconde a la mamá que está detrás.

DLXIV.- Cerro Panteón


Yo me levanto aquí en la calle Dinamarca.
Miro allá lejos, una iglesia protestante
y frente a mí se empina grueso y majestuoso,
inexpugnable cual bastión, el arco griego.

Quien sabe bien si el cementerio, la cárcel
o el pasadizo murallón que los separa,
fue abierto al aire como sábana calipso
y vio la tierra en el hedor de rubios muertos.

La escurridiza rebelión de los murales
halló en las razas aun resecas de pimientos,
yo no sé bien, si fue la muerte entre barrotes
o la fecunda libertad tapando nichos.

¡Que desmorónese callado y rendido,
el campo santo de un millar de disidentes,
que fueron ángeles herejes una noche
y ahora no quieren otra vida prisionera!

Ni ver amándose en la celda abandonada
al nuevo rey como invitado de piedra,
porque hubo muchos misioneros que se han ido
y tanto terco luterano que jamás se marchó.

6 de junio de 2009

DLXIII.- Sencillito


¡Grande, camarada, que me has sido más baldón!
Plata ya no quiero, que el dinero me tortura.
Nadie pudo nunca saborear la vid dulzura.
Todos cambian todo por tener tu posición.

Alguien se ha apropiado de la auténtica torpeza,
siendo el más bellaco y vil, presume ser valiente.
De esa milanesa que se llama ser decente,
voy a paladear un arrebol aquí en mi pieza

Tengo una promesa de proezas en el mar:
brea en la cubierta y en la popa me marea.
¡Váyase la gente que me vea como Oblea!
Porque en esta vida hay que estar listo paladar.

Sigo a la risueña que hace señas por pregón.
Vengo de un establo arrinconado por el hambre:
soy de una vertiente inagotable y un enjambre,
presto de abejorros, y en la noche soy timón.

DLXII.- Mi Bulí Mi Canción


Mudartera, ruda y falsa es la ridícula palabra
zalamera que te altera, porque fuera del espejo
cada vez que nunca vino hasta tu puerta cuando cabra,
oscuro y lejos de la casa, solo y terco iba tu viejo.

Necio puto y convertido en una mísera neblina:
que ahora mismo se consuma en el amargo de tus miedos.
Porque hay una sola voz que llora auténtica y genuina:
la que grítalo en el fango tenebroso de tus dedos.

Falsas fotos cuelgan fijas de una estrella luz de cine:
las que tienen sólo mugre en las entrañas y dolor.
Ya no queda nada puro en el sopor que te ilumine:
ni darás jamás cariño ajeno sin tu propio amor.

3 de junio de 2009

DLXI.- Tupitrufilco


Cuento para el mundo
de comulga, brilla y cola:
página frontera
en ejercicio funeral

Íntimo hacer bien
de una visita desmedida:
último espectáculo
simpático y tonal.

Curia y posiciones
en litúrgicas de barro:
libra, capricornio,
sagitario y geminí.

Mátate, Marina,
mañaná por la tomorrow.
Deja la bebida
pero cércala de mí.

1 de junio de 2009

DLX.- Reseteo Formateo Prometí


Necesito la pureza
de un rectángulo de flautas,
un ictiómino argonámbulo
que borre mi dolor.

De solícito destino,
vino blanco, manco trino
y de niños en el ámbito
más blanco que el amor.

En la noche de las uvas
cuando caen sobre moho,
del inféstido asesino
por el dios de lo traidor.

Una lámpara divina,
de poética, la flor,
que me olvide, que me bañe
y que me salve del horror.

No son almas las que nacen:
son ajena perdición,
son el sí de contumaces
caballeros, mentirán.

Abrirán cuando no sea
ni posible ni oportuno,
morirán con esa brea
y nunca se arrepentirán.

Es por algo que me habita
en el oscuro pasacalle,
por espacio de millones
de segundos yo querré.

Que un trapero poderío
de semilla y cloroformo
me levante y me coloque
en el primer andarivel.

Nos gusta Cuculí Pop