31 de marzo de 2008

CCCXLIII.- El Circo Rompe


Chiva Chile mientras
crean que es verdad.
Tapan lo que hacen
con cordialidad.

No lo reconozcas:
niega hasta el final.
Juran y te fallan.
Ruegan y se van.

Nunca le perdones
su debilidad.
No te comprometas:
te arrepentirás.

No cedas el paso
ni olvides jamás:
cobra cada cuota
y nunca condonar.

Mienten en la calle.
Lloran sin dolor.
Fingen inocencia.
Lo hacen por amor.

29 de marzo de 2008

CCCXLII.- ¡Qué importa!



La gordita que me gusta mucho,
la feíta que me encanta más,
libremente levantando el alma:
el ombligo no le importa na.

La canción que le arrebata, baila.
No halla nada a qué agarrarse y voy
presumiendo ser romeo jaula,
pero siempre semes capará.

Ella ignora mi telón de fondo:
no le importa lo agradable que es.
Sólo busca entre las luces, algo
la seduce, pero no soy yo.

Allá lejos, a los diecinueve
la cintura desapareció.
Su barriga reflejando mueve,
su mirada, su jamón sudor.

28 de marzo de 2008

CCCXLI.- 1978


Quien se quiera ir a vivir definitivamente lejos,
hacia el hombro innumerable de la tierra natal,
yo sé que puede contar conmigo
para iniciar la reconquista de su magia niñez.

Emancipar la fantasía perenne,
atravesando el corazón de nosferato,
con luz y sables de jardines infantiles,
para ingresar a la recámara de la eternidad.

Ven a morar en cada círculo canción
de los mecanos que en mampato miré,
que la piñata catarata de luces
fue el credo tibio de mi niño Noel.

27 de marzo de 2008

CCCLXXVIII.- Todo de nuevo


Cuando el alegre me recuerda
la cautiva luz calor,
el largo estuario de tus besos niños
es la corriente en que dormida te ves.

Conforme pasa el oro rubio de los años
y aquel otoño del futuro se divisa en mi interior,
digo, mejor,
que se devele por fin todo el armado hormigón
donde construyen los demás sus heredades,
cimiento negro y fosa cosa común
de las amadas ostentosas verdades
y agua de mares en homínida pena,
cuando el alegre me permite oír tu voz.

Asciende gólgotas de nuevo cada noche,
y los perdona nuevamente: ¿Por qué?
Porque no saben lo que hacen o deshacen,
y los domingos todo empieza otra vez

 
¡Qué amor unísono, que fiero color!
De todo aquel que inútilmente perdona,
la mi pantera vida cruz misericor-
-dia que me viene eternamente callada
en reiterada lluvia tórrida pasión.

CCCV.- El Amor de tu Vida



¿Y si el niño de tu fiera juventud
te pidiese de improviso matrimonio
con los ojos de una rara supernova poder,
que no muere y se resiste a parecer?

Miel que ofrece toda nueva su fragancia,
mero afán que recupera lo que ya se va
frente al alma de su influjo, y no se cansa:
no halla nada qué perder y dice sólo "¡Ya!"

Dile al aire que te arrastra que no espere,
porque llena de mi vida, tú algún día volverás
a mis brazos delicada y floreciente,
y seremos para siempre primavera tempestad.

Porque soy el animal que consumado roba
como rápido latido eso que nadie le da;
el que arrastra enfermedades y bacilos
y te ofrece poco a cambio: solo amor y eternidad.

Caminemos juntos, a pesar de todo
y recordemos fabricando tu futuro y mi paz.
Seamos eso: lo que el tiempo nos exige
y esperemos unidos la llegada del Adiós.

CCCXL.- Acantilado Precipicio Más Allá


Supongamos que la eterna nieve danza
desbocada, abalanzándose y crujiendo:
su casquete de cabeza a la deriva
desde inmensos continentes y se va.

Sublimándose a la gruesa escarcha arena,
silenciosa corrosión vertiginosa y fuego
que evapora como niebla incandescente
la esperanza en el infierno calamar del sur.

Eso es algo de lo que ahora suponemos:
que está lejos en el fondo del anciano mar abismo
y da lo mismo,
porque tengo yo tu mano en mi mano,
porque somos del vapor ecuatorial,
porque sé que no podemos hacer nada,
salvo aquí, sólo mirarte y respirar
o beber de cada uno su ignorancia,
dar la espalda todos juntos al eterno lento mar,
a ese mármol del horrendo cataclismo,
sin llorar.

26 de marzo de 2008

CCCXXXIX.- Palabras al cierre



Por ese rancio horror, honor horrible,
de saber exactamente qué hacer
voy a tomar en cambio el menos errado
de los honrados derroteros rotos.

Fui yo el que siempre claramente lo supe
y yo el que ahora todavía lo sé,
pero no quiero hacer de nuevo lo mismo,
eso que ha sido tan ingrato para mí.

Necesitaba que estuviese presente
enteramente la genuina mejor,
comprometida a cada paso y cariñosa:
resistiendo juntos el esfuerzo mayor.

No obstante todo plenamente en la vida
consiste nada más que en ir y volver:
pasaje, pulso, posición y planeta,
y a toda prisa, peregrino roté.

Y ahora resulta que he dejado de serle:
nos extinguimos para el otro cada uno también.
Nos declaramos invisibles, inertes
y ella de pronto para mí dejó del todo de ser.

25 de marzo de 2008

CCCXXXVIII.- Filo



No es tan mala cosa preferir la soledad,
después de acostumbrarse a estar un rato solo,
izar muy orgulloso una exigencia y dar
boleta de recaudo para estar con todos.

Se adhieren a la entraña de la culpa seres
que apartan de la vida lo mejor que hay,
rincones en que sólo tolerancia quieres
y dar lo que es sincero a cada grato corazón.

Precisamente vienen a exprimirnos algo
y te has quedado nuevamente sin amar:
pues tocas a la puerta y nadie quiere abrirte
o llamas a deshora y no contestarán

Si vuelves a la cama por la noche fría,
no busques en la radio lo que nadie te da,
ni un ánimo que traiga voz y compañía,
consuelos que se duerman, porque ya no están.

24 de marzo de 2008

CCCXXXVII.- Se vende



Que se apague mi velón de sicomoros
y se llene la alberca de piedras y de cal,
donde un día nadaba un rumor de cachorros
y de noche fumando miraba el umbral.

Que mi vino delicia se convierta en agua,
porque la hija de Jairo nunca despertó,
y ya nadie comió de mi pan de cebada,
que duro y que añejo vomita el desamor.

Terreno implacable de veinte hojas secas,
un muro y rastrojos de hierba, adoquín
dorado y soñada consorte hipoteca
que quiere quedarse con todo y sin mí.

Porque siguen la suerte principal los accesorios,
porque ya no me alcanza el oropel a fin de mes,
y debo convencerme que no queda casorio
y que la vida me alcanza y que la muerte después.

CCCXXXVI.- Tocarte ni en canciones



Yo no quiero que te vayas mañana,
estela blanca que arrojó un flechazo
y que en pocos segundos esparce lejana
la estrella encendida que ya no veo más.

Gravita en el sentido de tocarnos todavía
mi amor de prometeo que roba tu fuego
y que jura aferrarse a la sólida prisa
en un duelo tormento de fiera humanidad.

Tu argolla es mi fauna y tu piel, levantarse,
tu circe romana es la luz para mí:
me miras dormido y atado al destino
de serte, saberte y morir junto a ti.

22 de marzo de 2008

CCCXXXV.- Cuculíquido



Extraño, rebuscado, predecible
deficiencia cierta de este planeta,
que sueña delicado, que escribe
y se cree todo un niño poeta.

Pero soy el obediente que adora cantar,
oxigenado a cada paso y me va
dejando, en ordenada secuencia,
un siervo de sangre que camina en mí.

Su furia me ha llenado la paciencia
y el tiempo marchitando me fue
un dorado sostenido que brota gentil,
de dolor en dolor, su polvorín lloré.

21 de marzo de 2008

CCCXXXIV.- Arte Lucerna




Lluvia, la lluvia me alegra.
Me alegra el viento norte también.
Las negras nubes llenas de nitrógeno
y el olor de las hortensias calladas,
su perfume semejante a la alegría fecunda,
me llenan de felicidad.

Viene el día abochornado de rumores y calipso,
la primicia primorosa luna flor hecha paloma,
navegante de la nieve de los jueves que duerme
la siesta en su sábana miel.

Siento la dicha en las artes opacas
y guardo respetuoso silencio,
vacío el oscurado misterior de una guitarra
y canto jubilosamente dueño de un farol.

20 de marzo de 2008

CCCXXXIII.- La cara de botella



Jimena tiene triste la mirada
Camila no se tituló.
Sofía se parece a su hermana.
Magdalena, quiero verte hoy.

Matilda que ruega difuntos modernos.
Valezka que jura haber visto a su amor.
Marcela que duerme callada en un auto.
Daniela que viene y regresa en un Ford.

Angélica no llueve sombras.
Valeria se perdió en el ron.
Sandra salamandra se acostumbra.
Carolina ya se embarazó.

Fernanda comulga en la Iglesia Matriz.
Mariana descansa en la estúpida paz.
Andrea se quería fácilmente divorciar.
Y Jessica me abandonó.

CCCXXXII.- Retículo Inflamable de la Imposibilidad


Bendita es la pausa que juntos hicimos,
dejando en la marcha del tiempo una cruz,
amando el instante del humo en la boca
y dándole a nadie un pretexto y la flor.

Mas ocurre que, si tengo carácter,
ya no logro convencer a nadie: soy
similar a las manadas obligadas de por vida
a claudicar sin voluntad, rumiando.

Obedeciendo sin siquiera cuestionarse
e imaginando que otro sueño vendrá:
un espacio de niñez agasajada,
siete cuadras caminando desde el Morro a Libertad.

Y residiendo trotamundo cabizbajo,
sin amigos, sin amagues, siendo pura castidad:
el colofón de las historias generales,
comiendo pasto para todos los demás.

19 de marzo de 2008

CCCXXXI.- Trebolver



¿Tú crees que ha acabado porque sí,
simplemente porque así lo has decidido,
esa extraña sombra abierta de improviso
por tu cara adolescente libertad?

Decides un día librarte de todo.
A la noche siguiente ya quieres volver:
te olvidas ilusa que llueve un océano
en cada jornada y no hay nada que hacer.

Simulan orgullosas ser humildes cobardes
las vacantes lavanderas que asomándose dirán:
no hay cariño más sincero que desnuda la sangre
cuando sufre aquel que amaba su llorando duro amar.

Se lleva hasta lejos el viento un corazón
que palpita inefable buscando otra flor
y descubre que nada detiene su prisa
en la roja caricia que huyendo voló.

18 de marzo de 2008

CCCXXX.- Mar Océano



Iré nuevamente a posar la mirada,
retina impaciente de tregua y candor,
en almas tranquilas y muelles abiertos,
por largos caminos me lleva el amor.

Allí, donde el curso pausado del tiempo
que se ha detenido en un verde papel
de libros dorados y viejos contentos,
cruzando un abismo imprevisto caer.

Cuando vi la lluvia edad que amanecía,
su arcilla sublime en relieves tan rotos
de alondra amadora y copiosa feliz,
me fui a ese plácido lugar de maremotos.

CCCXXIX.- Vamonós


Pensando en vagones de humana costumbre,
cerré los dos ojos, rogando a la Cruz.
De pronto una mano tocaba mi hombro
y vi que el más férreo camino eras tú.

La luz con que el alba rodea las cosas
marcando en la vía metales de riel,
inunda la cuenca de nuestro paisaje
que va por un valle: parece llover.

Son dos transeúntes que suben al tren,
avanzan callados y esperan después
el curso ordenado de las estaciones,
mirándose a veces y duermen de pie.

Lombriz de alumínica vida traviesa
se lleva un escombro de tripas y mies:
señoras cubiertas de lumbre y claveles
o el brillo de tus zapatitos café.

17 de marzo de 2008

CCCXXVIII.- Mi vértigo ahínco suplicio de ti


Cual químico abrigo te habita en la voz
el terco sentido invisible y me voy
volando, pirueta que muda su canto
sencillo y amable en aprecio fulgor.

Por algo camina en arácnido fuego
de cruces un aire que toca la piel
rendida, silueta imprecisa, completa
con bloques de fieltro que te unen a mí.

Si vago desnudo en la calle poblada
de gente que pasa sin verme reír,
la sombra feliz de mis pasos alados
yo ciego sumerjo muy dentro de ti.

14 de marzo de 2008

CCCXXVII.- Pentagrama Caminar Solito




Yo venía solo caminando un día
siguiendo el sonido del tiempo.
De pronto sentí que me seguías
tan a prisa como yo y tan lento.

Luego hicimos coincidir sin vernos
tu paso y mi paso en ameno compás.
Puse tu nombre en mi cuaderno
y supe exactamente dónde estás.

De noche sin saber yo cómo todavía
tus finas pisadas no se oyeron más:
ya no estabas tú, ya no te sentía.
Pero sé cómo volver a caminar.

Yo siempre sé cómo volver a caminar.

13 de marzo de 2008

CCCXXVI.- Influxus Mortis Tenebrae




Yo vivo en mi cariada mala muela
y escarbo en ese oscuro socavón
lo que olvidé como picado de viruelas,
lo que se duerme sin sentir dolor.

Contemplo mirando mis ojos apagados,
que aunque ven de cerca todo todavía
se han quedado en mi baldosa ensimismados,
cual sonar recogimiento de la lupa miopía.

Me duermo borracho sin ver el cepillo
y mis negros anteojos de marco arrojé
al tacho en que luego caeré hecho un ovillo:
yo nunca me cuido sabiendo por qué.

Porque nada en el placer de mi vida
me anima y me llena en su dulce motor,
sin dejarme abandonado a la sentina.
Prefiero sencillo sufrir sin amor.

Lo que tenga que venir que venga,
que acelere la muerte su desmoronar,
su alimento de alimaña y dura manga:
se hizo viejo mi padre y ya me ha de tocar.

12 de marzo de 2008

CCCXXV.- Movimiento Democrático Pop



Nos dijo “Yo perfecto solamente soy,
tan pura y simplemente porque yo soy yo",
vestido de oro verde y de seguridades,
bronceado y con la boca en un anfibio melón.

El ya se ha encargado de decirle a todos
que afloran en su boca nacimientos breves,
oficios renovados y felicidades
que gritan al respiro del primer dolor.

El aire ya conoce su gentil arrogancia:
su mundo (y digo mundo por llamarlo así
del modo en que se nombra aquella pasta ingente
formada con las almas que de polvo son).

Y todo lo que todos de él un día creyeron
es nube que enmudece, se disipa y va
directo hacia la fosa que es pereza y perece:
el sueño en que habitaba, no es eternidad.

CCCXXIV.- Vuelta otra vez



Qué tediosamente opaco se presenta ante nosotros
el terrible y ominoso menester de cada día.

Un mendigo que agradece lo que nadie le da,
el inútil que recarga las tarjetas para el tren,
nuestro invierno en risotadas de doscientas meretrices
y gorriones que palpitan en la sangre del papel.

Oxidado, el candado que aguardaba mi partida
cada tarde y, por la noche, se ha perdido por fin,
con las viejas macetas que hace tanto reían
y ahora debo deshacerme de todo lo que fui.

Finalmente siempre vienen los planetas numerosos,
los abrazos de año nuevo y las fragancias del paté,
el aplauso de la gente y los absueltos peligrosos,
las visitas sin aviso y el Mercurio sin leer.

Viene todo nuevamente, porque todo sigue igual,
porque en eso consiste el movimiento universal:
es el orden previsible de los péndulos callados
que retuercen lo invisible de las horas en mis pies.

11 de marzo de 2008

CCCXXIII.- Oda Marena



¿Por qué no tengo ahora aquella parte de ti,
de calma precisa y suplicio ligero,
que veía acostumbrarse a cada mínimo retoque
y, hundida en el fango, era todo mi ser?

¿Y cuándo voy a ver de nuevo el íntimo destello
que aliado a la bandada de fuegos y de flores
venía y sonreías cual tormenta de mujer?

Todo me confirma que ya nunca volveremos
a pisar siquiera solos ese mismo colmenar
que se oía desde lejos en murmullos, persiguiendo
juntos de la mano nuestra niña clara amar.

Porque se ha ido para siempre el artificio en que nadabas
y te soy amor de golpe que ya nunca volverá,
pediré en mis oraciones otro Lázaro vendado
que se asome nauseabundo frente al mundo para dar
un pretérito respiro a nuestra lucha contra todo,
pero hay cosas que ni el ángel ni la luz permitirán.

Se consume como el fuego lo que es águila y suspiro
y, aunque pida leña al alma de los bosques, morirá,
dejará su huella larga de pisadas en hilera:
con la miel de la resaca, será bruma, espuma y mar.

8 de marzo de 2008

CCCXXII.- Begoña Peña


Por las noches en silencio faro grito
que no quiero ni prefiero otro vacío sopor,
que si amando me trepé, me precipito
levemente ardiendo, despidiendo vago olor.

Porque guardo yo rumor de pajaritos,
que si velo en desmesura, digo amor,
¡Ay, amor tan fácilmente, tan bonito!
Yo conozco plenamente su valor.

Y he elevado tantos besos al borracho infinito
y querido amar aciago su preciso temor,
color invicto que cual zángano visito
y que luego abandono sin polen ni flor.

6 de marzo de 2008

CCCXXI.- Las Llaves



Soñar con abrazar
todo emotivo don de ti.

Vivir a cada instante
caminando eterno amor.

Amar sin esperar
yo de tu boca besos.

Y serte golondrino
cuculino feliz.

5 de marzo de 2008

CCCXX.- 70 veces 7



El glorioso generoso no escatima sus dones,
se desase de su nombre y de su cara dignidad
por lograr que para siempre, sin aval ni condiciones
le permitan entregarse enteramente a voluntad.

No teme quedar con el ardor vacío
ni frena su despliegue de arrebato y vendaval:
se da como se extiende el curso alegre de los ríos
y libre se evapora por volver al mar.

El ágil caprichoso prodigal de su vertiente
no espera que se llenen sus estanques para dar:
confía en el potente iluminario eternamente,
pues algo le sugiere que jamás se secará.

CCCXIX.- Marola Madagaña Porvenir



Yo vi que se dibuja un espectáculo de eclipse
prendido en el espacio de una lámpara mural:
su piel y su tormenta fabricándose en el aire,
hendida y consumida vida próxima total.

Detrás de cierta sombra el delicado amor insigne
libélula invisible luz, plenaria y magistral.
Acuática que oculta su precisa y quieta piensa,
lo máximo posible: desconozco a donde va.

Yo espero, sólo espero, y siempre tarda, pero llega
alguna noche fábula de amor crepuscular,
un árbol generoso que sea quieta copa sombra
y tersa lima alerce encina sauce peculiar.

3 de marzo de 2008

CCCXVIII.- Lola Mento



Yo podría terminar de lamentarlo por fin,
abandonar esa manía de causar tanto dolor,
dejar de funcionar completamente sin morir
mas tendría que parar de celebrar mi vida.

Sólo vivo estando vivo y no tendría otra opción
que clavarme inútilmente al astillado madero,
revocarme para siempre por mi propia redención:
no haría daño, por supuesto, pero no es lo que quiero.

Yo quería doblegar la bala neutra que me busca,
caminar en el estero que no llega hasta el mar,
practicar el son adulto de la mística cometa,
pero todo desemboca y nos coloca en un altar.

Responder y rendir cuentas a la tala muchedumbre
que me pide y nos espera tras de cada mala acción
y es que sólo de intenciones se fabrican los intentos
y en el viaje de los hechos sólo hay yerros y perdón.

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