27 de noviembre de 2009

DCXXXIII.- Octópodo Recóndito en Azul


Yo estaba allí,
marina mía,
estaba allí,
y en cada uno
de mis ocho brazos
hubo
dos mil ventosas
como besos en ti.

Mi boca suave,
mi locura perfecta:
millón de voces
adheridas a tu piel,
nadaban cientos
de medusas venenosas,
y en himno vuelo
me dejé caer.

26 de noviembre de 2009

DCXXXII.- Ella es


Era necesario seguirla,
mas no cejar en el afán,
y descubrirla
por alcanzar un alma fábula de albur perfecto,
y con su efecto,
su prodigiosamente cúmulo de luz alimentar
mi pan abierto,
con agua viva la primera canción,
la del solemne compromiso manifiesto.

¡Que no haya cirros en el alto del cielo!
¡Que no levante todavía ella su vuelo!

Porque sereno, yo camino, yo tan bueno,
que fui el amor y el más extraño desvelo,
fui el inexperto cariñoso desconsuelo,
y ahora he nacido para verla nacer:
quiero tomarla de sus alas y ser
lo que he esperado para mí toda la vida.

Es mi deber.

23 de noviembre de 2009

DCXXXI.- Finopia


De dónde es que proviene aquella vida marrana
de paños blancos fétidos y mugre en cada cama,
la tina convertida en catacumba de féretros
y espesa callampa de sabores que manan.

Yo duermo rodeado de parlantes en desuso,
y viudas con las manos manchadas de vino,
de niños alejados de su padre, reclusos
que no llevan bien las cuentas y repletan los casinos.

Se siente brotar desde las bocas hedores
y tienen los tobillos de la gente durezas,
canastillos de mosquitos sobre los televisores
y dolor de bacinicas y pantuflas viejas.

Cuando busco la certeza de los años mejores,
tejidos mordiendo vestidos falaces
y polvo de canícula con malos olores,
que toda miserable cocedura estaba allí.

Preciso la limpieza de las almas simples,
que se lavan las manos antes de comer,
que recogen la vajilla, sacuden los manteles
y prefieren la costumbre de la antigua mujer.

22 de noviembre de 2009

DCXXX.- Algún día


Por haber hollado dedos sin anillos,
porque siempre fue la vida irregular
en la noche de las pulgas y los grillos:
la esperanza nos irá a escuchar.

Porque guardo aquí en el cofre de mis palmas
una clara primavera que me va a perdonar:
milagrosamente todo se convierte en almas
que caminan en rescate sobre el mar.

Tránsito consuelo del divino diseño
que me esperentorio, busco poco yo:
mi cadalso de pañales para el sueño
de la muerte, del pecado y del amor.

21 de noviembre de 2009

DCXXIX.- El Refugio


Me gustaría vivir en Cucao
y ser pescador artesanal,
tener un chancho engordado
y veinte pollos en un corral.

Tortillas de rescoldo calientes
pan amasado en cocina a leña,
y la tarde abrigado con un poncho
leyendo a Tolstoi y la "Biblia Enseña".

Tomando mate con malicia,
mojando los pies hasta las rodillas,
y amarnos cada noche contándonos
la breve historia de nuestras vidas.

10 de noviembre de 2009

DCXXVIII.- Besortilegio


Beso que soportas la distancia,
y que viajas por encima
de la tierra hacia mi:
de su boca hasta mi boca
y de la mía otra vez.

Niño volando,
migrante beso,
anhelo canto que me embriaga
hasta volver a salir
desde mi ser y de mis ojos
y mi Dios perfecto,
como pompa de frenético calor resucitado,
y que ha volado nuevamente hacia ti.

Beso que has vencido a los prejuicios,
y has osado peregrino delirante al fin unir
a una bella mariposa con la noche
y este mínimo naciente Cuculí.

2 de noviembre de 2009

DCXXVII.- Cárcelibato



Lóbulo de fresa para el que no quiere
huir de la carnada por no perecer,
víctima del águila que nunca muere.
Íntimoribundo, me negué al placer.

Ya no puedo ser de la que sólo prefiere
carne amontonada, sin saber de quien.
¡Hembra denegada! ¡Dulcinea hiere!
Vine hasta la tierra para hacerlo bien.

Ultimo torrente donde no hay mujeres,
sigo caminando por un largo Edén,

tímido, y oculto para aquellos seres
que le dan su vida a la genuina miel.

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