29 de enero de 2007

CX.- Puño y Letra



Me siento por completo rodeado,
tan feliz, tan plenamente me siento
que soy velero navegante soldado
y me subyuga inexorable el otro viento,
el que recoge su follaje en espirales
de silencio en humareda volátil,
a la deriva sin estiba ni tripulación,
y sin timón, abandonado a su velamen.

Precisamente porque me ilimita,
me perturba y me trinó su musicalderón,
purito,
bendito jalón bonito,
de mis ánimas que fue y será
lo candorosamente sincerar,
que se acumula y se divierte orgulloso
la peligrosa caprichosa fruta
de mis ojos que no ven de lejos
si disfrutamente y no se van.

Porque sé precisamente que me pertenece
su balurdo, su manteca y su sencilla luz,
me iré:
caminante delirando cual errante calor
ni mirando levemente sus manos,
sumergido ciego dúctil cariñoso de pie,
el sentido curvilíneo en casi todas las cosas
que se empuñaban en mi corazón.

21 de enero de 2007

CIX.- El Loco Entero Cuático

En el óptimo sin par peyorativo invierno,
meses y meses donde nadie me sintió,
vivían simplemente, y no posiblemente,
ni tuviesen la imprudencia de morir
con él.

Soy algo, al parecer, y así lo siento,
que dentro de unos siglos seré
incluso tan minúsculo y baldío,
su genuino hidrogenado inexistente
paté.

Raza compuesta de sangre y felón,
no me olvides porque sigo aquí!
Aquí sobre este mármol de heno y pulmón:
soy paja del trigo sin juicio final, y digo:

Fascículo omitido miento,
socrático persigalós.
Nostálgico pipí doscientos:
tu madre y tu padre moró.

Pero cuánta caca has hecho,
por Dios, calculaló.
Períodos de quieto velamen,
sentado en alcanfor.

Carátulas y fraudulento:
cuncuna, monociclo vio.
¿Hay algo malo, cierto?
Yo salgo a comisión.

Caramba, cariño, carácter.
Pulga, nalga y juez.
Rápido se esconde.
Es fría y no la vez.

18 de enero de 2007

CVIII.- Verdesnuda




Blanca luminosa de la nalca pupila:
soy el ángel de los saltos sueños.

Ya eres dueña de mí y son genios
los blancos girasoles de gaviotas
que allá lejos nos llevaron a decir: sentí
conejos
en el vientre bailarí.

Peligrosa cosa nueva venturosa,
hoy así como jugando te pedí volar
hundida en mi profundo alrededor de piñones,
mamarracho coliguacho marroquí,
que maduro no ha querido ser y, niño,
se hizo viejo y ahora llegas tú,
eléctrica colmena delirante,
retículo inflamable de la imposibilidad.

17 de enero de 2007

CVII.- La flor incierta


Sólo quiero descubrir un cuerpo
y meter mi dentro mío todo dentro de sí
o nacer como su mierda pesebre,
mas no quiero redimirme jamás.

Hay un pirquinero abandonado en mi vesícula.
Un alma fraudulenta que mes mía falaz.
Una vil porción de mí que se resiste.
Algo dentro mío toda miel solaz.

De los trinos que separan en nosotros:
uno se queda y otro sigue barlovento,
que son Intis que circulan por el mundo
y dos quilas por el siglo veinte.

Y la entraña de la mugre es curva,
que la ignoran como infiel mujer.
La perdonan porque fue la adúltera,
pero nadie quiere todo perdonar.

Perdóname, mujer inquieta!
Consísteme mi cuerpo infiel
en nacer para vivir, lo siento.
Soy cariño y posiciones por doquier.

16 de enero de 2007

CVI.- Arrecifelicidad Perfume



Inconmensurable luz humana del desconcierto,
¿dónde puedo hallarte libremente frente a mí?

Siendo niño quise abrir un aula nueva
donde leche dulce y fuego aproximaba,
su matinal de regocijo y multitud,
un viento al corazón preciso
de inestimable vericueto feliz.

Mas sólo hallé infrecuencia y cunas:
implacentero croar de cuchitril,
un lóbrego agridulce obscuro
enhiesto cloroformo y mudo fui
el remilgado escurridizo en soledad.

¿Dónde hallar por fin el orocimbo inigualable
de la nueva flor abierta insospechada?

Si viene solamente hasta mi fuelle desnudo,
si quiere dar al ánfora una noche vulgar,
si suena en caracol el mar y llueven nueces,
si en ese su plural aceite vuelve miralar,
yo le habré de ser atento innato y preñado
por entero singular creciente
y nunca más dejar de verdecir
la vigorosa clorofila dueña
de los ojos niños que me ven mirar.

Para acercarme hasta su piel de croquis,
por dejar de lado todo al fin,
yo suelo ser sumo placer demente:
sin fenecer ni acontecer sufrí.

Y ofrecer chiquito rin flotando
mi culminar guiñanimando vivir
y gritaba...

¡Nalgarabía láctea bailarí!

10 de enero de 2007

CV.- Seno Sideral Urgente



Viértome y conviértome en alícuota comarca:
espanto de probeta que se entrega por igual,
queriendo dar lo suyo y a prorrata de su sangre;
confuso sueño mío en demagogia seminal.

Yo para mi mal le pertenezco a todos
y todos me prodigan una vida en atención
que extiende hacia mis ojos una esférica alevosa
prodigiosa temblorosa que se fuga. ¿A dónde va?

Se va, se va, siguiendo a sus hermanos
que van quedando lejos detenidos exangües,
rendida en maratónica secuencia de flagelos
su larga caminata hacia el planeta matriz.

Frenético coloso palpitar vertiginoso,
oblongo que no espera y que agonizamente mal,
de pronto está rodeado de invasiones amorosas:
quien quiera dar la vida, muere y grita al fecundar.

9 de enero de 2007

CIV.- Nictálope Rubor


Desánima que gime manifiestamente cisne.
Infánime provoca enamorada a su mujer.
Ferviente partidario de viril animolento.
Concurso inseparable en un alegre pulular.

Abajo aquí en la calle yo los vi a perfil sumidos.
Su nubla lo apagaba y le lloraba de revés.
Heridos ignorados perinfánimes amigos,
por él y en ella, unidos, contra sola la pared.

Y qué si un almaviento en algo fuera tan sencillo
de aguar el agridulce tremebundo de los pies:
fecundo y poderoso amado nervo florecido
y acá siendo horizonte del ombligo a mi vejez?

Cómo proscribir sin escribir, dotado cielo,
enamorado a la pureza sin pereza ni dolor,
si millones de insolentes universos asociados
que del ébano a sus manos fueron fiebre y no, tal vez?

Yo prefiero deglutirme circunstante en otras vidas
y decirle que acontezca simplemente o mude piel.

5 de enero de 2007

CIII.- Desagradable ahora o bocacalle para siempre



Cómo se parece milagrosamente todo
a tantas otras cosas de prosaica multitud:
insectos sin oficio que se burlan de nosotros,
heridos en el contre y andrajosos nunca más.

Imágenes y fraudes que no se reconocen:
vertientes infinitas de los hijos de Dios.
Espectro de mil ojos que nos mete mucho miedo,
que sin embargo puedo aniquilarlo sin mirar.

Nadie está en su sitio ni nos guarda buen silencio
ni piensa sólo un poco ni queriéndonos creer,
porque algo ronda siempre y va detrás de la dudosa
cosa mentirosa que se posa, moza cruel!

Es que nuestra forma cuneiforme que flotaba
era tan distinta a cuanto nos hicimos todo mal,
que niego, reniego y muy rotundamente lloro,
por llamarnos amistosas, descontrol y temporal.

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